Vecina ocultó cráneo en el entretecho de su casa para evitar "brujerías"
Sorpresa causó el hallazgo de restos humanos en una vivienda ubicada a solo algunas cuadras de la plaza de armas de la ciudad. Habla la mujer que tenía la osamenta en su vivienda.
Mirian Mondaca Herrera - La Estrella Quillota - Petorca
El misterio se tomó la céntrica calle Colegio de la ciudad de Petorca cuando vecinos notaron la presencia de un vehículo de la PDI en el sector. Allí, a escasas cuadras de la plaza de armas, un cráneo humano había sido encontrado en el entretecho de una vivienda, lo que motivó la concurrencia al lugar de la Brigada de Homicidios (BH) de Los Andes.
Lo cierto es que, pese al paso de los días, el origen de este resto óseo sigue siendo una incógnita, ya que las únicas certezas que pudo constatar aquel día la policía civil es que este carecía de algunas partes y que tendría una data que fluctúa entre los 100 y 200 años de antigüedad. Por esto último, indica el comisario Luis Báez, jefe (S) de la BH andina, "en primera instancia no reviste carácter de interés criminalístico". Ahora el cráneo se encuentra a resguardado en el Museo Arqueológico de Los Andes.
Contra la brujería
Si bien el halo de misterio sobre cómo llegó aquel cráneo allí se mantiene y quizás nunca se sepa totalmente, ya que el dueño original de la vivienda ya está fallecido, el personal de la PDI pudo recopilar algunos antecedentes tras entrevistar a quien vive actualmente en la propiedad y que, según pudo indagar La Estrella, es nieta de quien habría ocultado el resto óseo.
De acuerdo a lo indicado por el comisario Báez, "según lo manifestado por el propietario, dicen que esa era una vivienda antigua y que había escuchado que su abuelo había puesto este cráneo en el entretecho más que nada en esos tiempos para que no le cayeran cosas de brujería".
La Estrella logró comunicarse con la nieta del dueño original de la casa, Luz Marina Leiva Silva. La petorquina señala que todo ocurrió mientras unos maestros hacían algunos arreglos en el entretecho de la antigua vivienda al martes 8 de septiembre, alrededor de las 12:00 horas.
Sobre el origen del cráneo, señala que "hace mucho tiempo mi abuelito, cuando él hizo su casa donde yo estoy viviendo ahora, él estaba haciendo el canal de su casa, que es la acequia y encontró una osamenta (...) Data más menos del año 77, 78 (...) usted sabe que antes lo abuelitos antiguos ellos creían mucho en todas estas cuestiones que era buena suerte y él supuestamente tomó el cráneo y lo guardó en el entretecho".
La mujer saca esas conclusiones ahora, recordando situaciones y conversaciones del pasado, como cuando llegaba a visitar a su abuelo y ya en sus últimos años de vida él le decía "si yo tengo un amigo que me cuida y lo tengo ahí arriba". "Pero yo nunca le tomé atención", dice la petorquina.
Su abuelo, Julio Leiva Villalobos, falleció a los 116 años el 7 de julio de 2006 y con él se llevó su verdad sobre las motivaciones que tuvo para ocultar allí aquel cráneo.