De la idea al emprendimiento
El empresario Arístides Benavente, miembro de la agrupación G100, que tiene como objetivo apoyar a pequeños empresarios e innovadores, habla sobre los desafíos de negocios y los rasgos de un buen plan de inversión.
Alejandro Rojas - SoyValparaiso
Emprender en tiempos de crisis no es fácil. Es por ello que la voz de expertos de G100 -una corporación de emprendedores que tiene como misión inspirar, conectar y transformar a quienes desarrollan sus ideas- y la experiencia de casos exitosos, impulsan a que quienes busquen formar nuevas iniciativas a seguir estos ejemplos.
Comprender los riesgos, fortalecer las habilidades, vislumbrar las debilidades, potenciar un negocio bajo un mercado competitivo, entregar ofertas únicas y atractivas, son algunos de los tips para elaborar una buena estrategia introductoria.
Arístides Benavente, quien fue finalista entre 300 nominados al premio de innovadores del año de Google y actual presidente de la Fundación Patagonia Aysén, señala en este primer capítulo del ciclo "Soy Emprendedor" -producido en conjunto por La Estrella, SoyTV y G100- que emprender, conocer cómo funciona el sistema, conocer a los clientes, sus gustos, las tendencias, las posibilidades de compra, el poder adquisitivo, es clave.
"Emprendedor es el que siempre está buscando una solución y siempre adaptándose a un problema para generar una oportunidad", apunta Benavente.
La perseverancia, la constancia, descubrir soluciones a los problemas y, en las crisis, entregar soluciones a las necesidades que tiene la sociedad, son componentes primordiales para el nacimiento de un emprendedor, agrega.
El primer paso
Pero ¿cuándo es el momento en que uno se considera emprendedor?
El empresario opina que esto se gesta cuando uno materializa sus ideas, cuando estas se ponen en funcionamiento.
"La primera factura es cuando se percibe el resultado y eso es muy importante, los emprendimientos se caen porque no llegan a los resultados, la factura es una forma de comprobar que esto está resultando y él se está desarrollando", señala.
Encontrar una idea que resuelva problemáticas de la sociedad es sustancial para un buen negocio. De ahí viene la necesidad de materializar un proyecto de inversión tanteando el terreno, pero para eso hay que preguntarse: ¿qué problema resuelvo?
Conversar con los cercanos y con otros emprendedores ayuda a resolver dudas y no dar un paso en falso. Lo más importante son las personas, quienes atraen a otras para que cooperen con capital, con trabajo o planes de expansión. Interiorizar a estos miembros en la empresa es fundamental, conocerse en profundidad es elemental para afianzar la confianza en el proyecto.
Complementando lo anterior, añade el empresario, es necesario no cometer errores y tener claridad respecto a la funcionalidad de mi idea en la realidad.
Benavente invita a no enamorarse ciegamente de las ideas: "Hay muchas que son buenas y malas, a veces sirven y otras veces no sirven. Ahí tengo que tener la capacidad de mirarlas fríamente, preguntar y ver si esto funciona o no funciona".
Núcleo familiar
Otro error constante es no involucrar a la familia; el núcleo familiar debe estar constantemente presente como sostén para el emprendedor. El apoyo emocional ayuda a que las cosas prosperen de mejor manera.
La creación de pymes y nuevas empresas ha tenido un crecimiento constante en los últimos años. Lo que impulsa a personas y grupos de sociedades a incursionar en distintos mercados que ofrece Chile. Esto es un círculo de relaciones, desde grandes empresas a pequeñas empresas, un circuito tanto económico como personal.
Benavente considera que falta ayuda para que nuevos emprendedores surgen con sus ideas, "especialmente ayuda desde las empresas grandes, ya consolidadas. Eso es lo que hace que los emprendimientos chicos puedan ser exitosos, cuando reciben el apoyo y reciben órdenes de compra de redes de contactos, de clientes, de compañías grandes. Falta que las empresas grandes tomen conciencia de que somos parte de un ecosistema", reflexiona.