Residentes de céntrico Pasaje Gratry de 15 Norte se sienten invisibles
Antiguo cité fue construido por la extinta planta textil del mismo nombre para sus empleados. Niños y adultos mayores son mayoría en este lugar.
"La gente pasa, pero no nos ve...miran, pero para ellos no existimos, somos invisibles y por el hecho de vivir en 15 Norte creen que tenemos la vida resuelta". Son las sinceras palabras de Iris, quien vive en una pieza que arrienda en una de las casas pareadas que conforman el antiguo Pasaje Gratry, cité que sobrevive desde la década de los '50 en medio del, hasta hace pocos meses, símbolo de la explosión comercial del eje 15 Norte.
Las antiguas casas de dos pisos situadas en Av. Benidorm N° 916, han sobrevivido a la llegada de proyectos de alto impacto como lo fueron la construcción de los grandes centros comerciales de 14 y 15 Norte. Aquí el tiempo parece detenido. La mayor parte de las casas se encuentran subdivididas y son arrendadas por piezas. En una de ellas habita Iris, en otra Macarena Crespo, quien vive junto a su pequeño hijo.
La joven trabajó hasta el año pasado como croupier en el Casino de Viña del Mar y cuenta cómo haciendo mascarillas, logra sobrevivir el día a día.
"Nosotros somos nada, somos una isla, pero una isla que nadie quiere ver. Yo trabajaba en el casino, era croupier, nos terminaron el contrato, después vino el estallido social. Durante el verano trabajé haciendo trenzas en la playa, sin permiso y ahora con todo esto, ninguna posibilidad de algo. Yo recibí los dos bonos COVID y los he tenido que estirar. La caja no nos ha llegado y de verdad que la necesitamos", detalló Macarena.
Poca ayuda
Alexis Castro vive en la casa de su madre en el Pasaje Gratry. Aquí, cuenta, ha estado 46 años y confirma que la ayuda para las familias de este sector es escasa.
"Yo recibí el bono COVID, las cajas no, por vivir en 15 Norte nos dijeron que no. Nos dijeron que si teníamos suerte tocábamos, pero hasta ahora nada. Hay muchas necesidades aquí. Hay adultos mayores postrados, muchos niños, personas con Alzheimer. Yo tengo una sanguchería y con todo esto tuve que cerrar. Estamos tratando de salir adelante", comentó Alexis.
Neli Placencio, una de las pocas propietarias que aún vive en el pasaje, cuenta lo difícil que es vivir en el centro porque, según dice, la gente cree que por vivir aquí tienen los medios económicos suficientes.
"Nos juega en contra en todo sentido porque no tenemos ayuda para nada. Yo recibí el bono COVID, tengo una pensión de 80 mil pesos y es todo el ingreso que tengo. Gracias a Dios la casa es mía, pero hay gastos de luz, agua y todos los servicios básicos y no hay cómo. Dijeron que no iban a cortar los servicios, pero igual hay presiones para que uno pague", comentó Neli.