Olla común de Rodelillo duplicó demanda a un mes de su inicio
Se trata de la iniciativa que realizan vecinos de la Población Hanga Roa que comenzó preparando 70 platos y hoy ya va en los 140 diarios.
A medida que pasan los días en pandemia, los efectos del confinamiento comienzan a hacerse visibles en todas las poblaciones de la región, y como siempre, las personas más vulnerables son las que se llevan la peor parte. Sin embargo, y como ya se ha dicho insistentemente, los efectos sociales y económicos que ha tenido el COVID-19 ha afectado fuertemente también a la mal llamada clase media, aquella que suele tener que rascarse con sus propias uñas y por lo mismo, menos acostumbrada a pedir ayuda.
Por eso, han sido las propias comunidades las que han podido advertir la necesidad de sus vecinos, muchos de los cuales han quedado desempleados, sin ingresos y mordiéndose el orgullo para reconocer lo que están pasando.
Ha ocurrido en condominios y barrios, y también en poblaciones sociales. Es el caso de la Población Hanga Roa constituida por 448 departamentos y viviendas sociales, donde la propia comunidad realizó un catastro para poder solicitar ayuda al municipio, advirtiendo una realidad oculta.
Así lo comentó Marcelo Yansen, director de esta olla común, quien precisó que al acercarse a los vecinos, fueron descubriendo situaciones bien complejas, con jefes de familia desempleados y sin ingresos,
"Nos dimos cuenta que teníamos una realidad escondida, que había vecinos con una situación preocupante, que estaban sin trabajo y ante eso decidimos organizarnos y realizar una olla común. Hace un mes comenzamos - la hacemos martes y viernes - al principio era para 70 vecinos que nosotros habíamos catastrado y que necesitaban ayuda, pero después de un mes de funcionamiento, la demanda se duplicó y estamos dando 135 almuerzos", precisó Yansen.
El dirigente destacó que el 80% de los recursos que han hecho posible el funcionamiento de esta olla común durante un mes son recolectados por la propia comunidad, los mismos vecinos y los dos negocios que existen en el barrio y que han aportado con víveres. Marcelo Yansen reconoció también que el municipio de Valparaíso les aportó con recursos que resultaban básicos, tales como fondos, fogones, gas, etc.
"El 80% de la ayuda proviene de la misma comunidad. Ayer (lunes) nos reunimos con las personas que ayudan en la olla común, preferentemente mujeres, y vemos con preocupación el futuro porque se nos está haciendo difícil mantener la olla común. Teníamos proyectado para 70 raciones y ya estamos en 135 entonces es difícil. Por lo mismo el fin de semana vamos a hacer una colecta entre los vecinos solicitando la ayuda voluntaria de los vecinos", anunció el dirigente.
Asimismo, hicieron un llamado amplio a cualquier empresa que pueda aportar enseres para poder continuar con esta ayuda comunitaria.
"Lo que más se necesita es aceite, carne, ojalá puedan surgir ayudas que nos permitan continuar", planteó Marcelo Yansen.
Cualquier persona o empresa que pueda ayudar a esta comunidad puede ponerse en contacto al +56964680226.e
135 almuerzos diarios están preparando en la Población Hanga Roa. En Rodelillo funcionan 11 ollas comunes.