La propagación del COVID-19 generó la cancelación diversos eventos masivos alrededor del mundo, siendo el ámbito del deporte uno de los más afectados por la creciente pandemia. Sin ir más lejos, este año, más específicamente durante julio, debía disputarse el Mundial juvenil de balonmano en Rumania, evento en el que la selección femenina de nuestro país diría presente tras haber sacado pasajes en las clasificatorias que se llevaron a a cabo durante abril en suelo nacional, no obstante aquello, aquel sueño quedó en espera.

"Teníamos toda la fe de salir primeras, nos iba a ir excelente en el Panamericano previo al Mundial por todo lo que veníamos trabajando", sostuvo Pía Pacheco, pivote de las "Lobitas" desde 2015 y oriunda de Hijuelas, quien se encontraba de gira en España junto al resto de sus compañeras en marzo, justo cuando el coronavirus comenzó a masificarse por toda Europa.

"Nosotras teníamos ocho partidos programados entre el 8 y el 16 de marzo para jugar contra clubes de allá, obviamente se suspendieron todos, alcanzamos a jugar solo dos en la ciudad de Palencia y no pudimos viajar a Valladolid, donde nos enfrentaríamos a uno de los mejores equipos, el Aula de Valladolid, que está en división de honor y plata", explicó la joven promesa nacional de 20 años.

A raíz del alza en los casos de COVID-19, las criollas tuvieron que hacer cuarentena preventiva en la residencia para deportistas donde hospedaban. "A lo único que salíamos era a comprar al supermercado que estaba al frente. Para nosotras fue algo muy frustrante, porque veníamos desde noviembre del año pasado entrando en doble jornada para esta temporada", declaró Pía sobre el ritmo que llevaban las "Lobitas", quienes incluso se fueron de gira durante ese mismo mes por Argentina, país en el que entrenaron con equipos de la ciudad de Vistalba, en Mendoza.

Otra de las razones por las que lamentan el incierto escenario actual, es que las seleccionadas estuvieron ocho meses sin entrenador, lo que dificultó el desempeño del equipo durante ese tiempo. "Luego del mundial de Polonia en 2018 (en que obtuvieron el lugar 18 de la tabla) se nos fueron los entrenadores, fue complicado, porque solamente habían dos para todas las categorías femeninas del balonmano. Estuvimos así desde diciembre hasta agosto del 2019 y luego retomamos con Diego Soto", afirmó la joven handbolista.

Todo en casa

Desde que volvió a su casa en Hijuelas, el 16 de marzo, Pacheco entrena todos los días con las "Lobitas" por videollamada. Todas siguen un estricto plan de preparación física que su entrenador envía semanalmente. Por otro lado, dos veces por semana, ejercita en la misma modalidad junto al el Club Italiano de Villa Alemana. Estas labores, las combina además con los estudios de segundo año de pedagogía en educación especial (conocida también como educación diferencial) en la U. Católica de Valparaíso.

Camila Rojas Vargas

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