César Vaccia: "Aunque suene repetido, la mejor vacuna es quedarse en casa"
El excapitán del SAU y extécnico de la Universidad de Chile y la selección chilena se mantiene preocupado por el devenir de la emergencia en su natal San Antonio y muestra su dolor por la muerte de su amigo "Coralito".
Apesar de que lleva largos años radicado en la capital, César Vaccia Izami no se olvida ni por un solo momento de su natal y querido San Antonio. La pandemia lo tiene confinado en su casa de la Región Metropolitana, pero confiesa que día a día sigue el devenir de la comuna puerto a través de las páginas de Diario El Líder y de los amigos sanantoninos que todavía conserva. Hoy, más que nunca, su mirada y sus afectos están puestos en la ciudad que lo vio nacer.
El fin de semana el DT campeón con la Universidad de Chile (torneos nacionales de 1999 y 2000, más el Apertura 2000) sufrió un duro golpe. La muerte de Alfonso Corales Rojas, "Coralito", el histórico radiocontrolador de las emisoras locales, caló hondo en su corazón.
"Con Coralito éramos amigos de muchos años, de los tiempos en que yo jugaba en el SAU y él era radiocontrolador de la radio Sargento Aldea. Lo que más me gustaba de él, era que aunque yo jugara bien o mal en un partido, siempre me felicitaba y me decía que había andado muy bien", dice con una mezcla de agradecimiento y emoción por la partida del hombre que falleció de un fulminante ataque al corazón en un paradero de Llolleo, el sábado pasado.
Recuerda con especial cariño que, haciendo gala de su histrionismo y sentido del humor, "Coralito" le hablaba como argentino. "Siempre me decía 'ché, qué hacés, pero qué gol que te perdiste'. Era muy simpático. Después me lo encontré en la Shell de Barros Luco (donde Corales trabajaba como bombero) y nos volvimos a abrazar".
"Lamentablemente, con su muerte me vinculé con San Antonio y mis amigos. Esta pandemia se está llevando a mucha gente querida, por eso el mensaje, aunque suene repetitivo, es decir que la mejor vacuna es quedarse en la casa", aconseja.
Sin competencia
Por una decisión personal y a pesar de haber tenido ofertas para dirigir en México y en Chile, César Vaccia se alejó de la alta competencia y del fútbol profesional. Hoy está dedicado a sus tareas como director deportivo de la Municipalidad de Ñuñoa y como asesor técnico de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Claro que, como a casi todo el mundo, la pandemia lo tiene aislado junto a su mujer en una especie de "pausa activa" en sus labores profesionales.
En los últimos meses, su trabajo se ha centrado en planificar el trabajo deportivo que siguen realizando a distancia en el municipio de Ñuñoa y en participar en teleconferencias con los dirigentes de la Conmebol.
"Como hincha y como entrenador he echado de menos este deporte que tanta felicidad nos regala al estar dentro de una cancha, pero también entendiendo que hay que cuidarse durante esta pandemia. En ese sentido, hay que quedarse en casa y seguir las instrucciones de la autoridad sanitaria", insiste en esta entrevista con Diario El Líder a través de Zoom.
"Esperemos, Dios mediante, que todo esto pueda pasar y podamos volver a una nueva normalidad", agrega.
-Se ha dicho que el 31 de julio podría volver el fútbol profesional en Chile.
-Yo soy bien optimista, pero también realista. Me parece que esto no va a comenzar hasta que lleguemos a la meseta (aplanamiento de la curva del crecimiento de los contagios y decesos). Con todos los fallecidos que tenemos diariamente en el país pareciera una falta de respeto pensar en reabrir los malls y en reanudar el fútbol. Hay todo un drama social y económico que hay que superar todavía.
-¿En qué consiste su trabajo en la Conmebol?
-Soy miembro de un grupo técnico que tiene la Conmebol para analizar los torneos sudamericanos juveniles, eliminatorias, Copa América y la Libertadores. Ahí hacemos libros de táctica y juego con Nery Pumpido (exarquero de la selección argentina), Gerardo Pelusso (DT uruguayo que dirigió a la U), Reinaldo Rueda, entre otros.
-¿Por qué decidió dejar de dirigir en el fútbol profesional?
-Es difícil de explicar para alguien que ama tanto el fútbol como yo. Hay mucha gente que daría su vida por estar en un camarín y en la cancha aunque perdiera todos los partidos, pero yo me di cuenta que no estaba viviendo, así entre comillas. Pese a que tenía ofertas, hice un recuento de mi carrera y decidí no competir más. Ya había dirigido desde escuelas de fútbol, como la que hice en San Antonio, había estado en el fútbol joven y luego tuve el privilegio de dirigir a la U, el equipo de mis amores, donde logramos tres campeonatos, que es lo que queda en la retina del hincha. Luego estuve en la Selección Adulta un par de años y luego volví a las selecciones menores, desde la Sub-15 a la Sub-23.
Con este largo currículo, solo le quedaba un desafío: dirigir en el extranjero. "Tuve ofertas, pero preferí compartir con la familia, con los tuyos, porque después no hay tiempo", argumenta sobre su determinación.
-¿Cómo lo han hecho en el municipio para seguir haciendo deportes durante la pandemia?
-Con la idea de mantener a los profesores con trabajo, estamos entregando todos nuestros talleres a través de Instagram, Facebook y Youtube.
-¿Cree que la crisis económica que está dejando la pandemia será peor que la del 82 o la del 98?
-Ahora tengo más tiempo para leer, y la mayoría de los expertos coincide en que será la peor crisis de los últimos 100 años desde el punto de visto social, económico y de la salud. Hay mucha gente que está quedando sin trabajo y la pobreza aumentará sustantivamente en el país. Vamos a tener una segunda pandemia después del coronavirus. Espero que la gente de San Antonio tenga a Dios por delante y puedan afrontar bien lo que vienen.
-¿Cómo va a afectar la pandemia al fútbol profesional chileno?
-Creo que va a marcar un antes y un después no solo en el fútbol, sino que en muchos aspectos de la vida. Está comprobado, por ejemplo, que alguien no puede afrontar un partido profesional sin cinco o seis semanas de preparación previa. Porque es muy diferente entrenar solo o con un par de compañeros que hacerlo como equipo, con entrenadores y todos los profesionales que conforman un plantel.
-¿Ha tenido la oportunidad de ver la serie "El Presidente", basada en la historia de Sergio Jadue?
-La verdad es que no me interesa mucho, porque yo todo eso lo viví. Es como abrir un libro y que el final aparezca en la primera hoja.
-¿Con qué impresión se quedó de Sergio Jadue?
-Lo que pasa es que yo lo conocí (estaba en las selecciones juveniles) cuando no tenía el problema. Todavía no salían a la luz las conductas que lamentablemente tuvo después, que lo llevan a entregarse en Estados Unidos para cooperar con la justicia. Antes de eso, él había sido un tipo muy exitoso. No se olvide que el mismo Círculo de Periodistas Deportivos le entregó un premio como Dirigente del Año (2013). A esas alturas nadie sabía lo que estaba pasando, ni siquiera los periodistas, que siempre manejan más información. Yo estaba lejos de pensar que pudiese tener ese tipo de conductas, pero nunca tuve un problema con él. Siempre fue muy respetuoso conmigo. Prefiero quedarme con eso.