Nicole Valverde S.

La crisis por la pandemia del coronavirus golpeó fuerte al rubro gastronómico y turístico de los cerros Alegre y Concepción.

Muchos locales se han visto forzados a cerrar sus puertas para siempre, mientras que otros se han reinventado con servicios de reparto a domicilio para seguir existiendo.

Pero dicen que la unión hace la fuerza, es por eso que hace dos semanas, cinco locales formaron una nueva alianza para difundir sus respectivas propuestas gastronómicas y así atraer nuevos clientes.

"Con la orden sanitaria se cerraron todos los locales. De a poco cada uno se ha ido rearmando como delivery, pero la mayoría están cerrados y es muy complicado el panorama acá en los cerros Alegre y Concepción", dice Caco Mesa, socio del restaurante Mar de Amores.

Variedad

Los restaurantes que forman esta alianza son: Valpo Ramen, Allegretto, Mar de Amores, Taulat y Aparrillar. Todos tienen distintas propuestas.

Por ejemplo, Allegretto se especializa en pizzas y comida italiana; en Aparrillar son expertos en carnes y parrilladas y Mar de Amores ofrece productos del mar, como pescados y mariscos. Por otra parte Valpo Ramen hace comida japonesa (Noodles & Donburi) y el Taulat es especialista en cocina mediterránea.

Caco Mesa, cuenta que la idea surgió para enfrentar la crisis y generar pro actividad entre los locales vecinos.

"Nos enyuntamos para apoyarnos en difusión. Intercambiamos clientes, ya que no competimos. Es una forma que encontramos de visibilizar que estamos vigentes y seguimos ofreciendo nuestras delicias", relata.

Difusión

La primera acción de la alianza de restaurantes asociados fue difundir a través de sus respectivas cuentas de Instagram afiches conjuntos con sus productos, cartas, precios, contacto y promociones de entregas a domicilio.

"La recepción de la gente ha sido súper buena. Ahora tenemos más seguidores en nuestras respectivas redes sociales y también nuevos clientes. Las personas nos felicitan y nos dan ánimo. Por lo mismo, esperamos que cuando pase todo esto, los podamos seguir atendiendo en los respectivos locales ", concluye Mesa.

En tiempos de pandemia, la emblemática población porteña del cerro Los Placeres de Valparaíso María Eilers también ha debido reiventarse debido a que la mayoría de las personas que integran la junta de vecinos son adultos mayores.

Según señaló Armando Acosta Rosentreter, presidente de la organización "el barrio lo integran personas de todas las edades y aquí todos tenemos un gran compromiso social, por eso hemos tenido un gran apoyo de vecinas y vecinos más jóvenes y se han coordinado dos cosas muy puntuales, como son una campaña de entrega de alimentos a las familias más afectadas económicamente y también un proceso de sanitización de los espacios públicos de la población".

Respecto de la campaña de recolección de alimentos no perecibles y elementos de aseo, la vecina Alejandra Tapia, una de las voluntarias integrantes del Comité Social de la Junta de Vecinos María Eilers señaló que "nuestro objetivo es armar 20 canastas familiares para que vayan en beneficio de las familias de nuestra población que más lo necesiten y para eso estamos recorriendo casa a casa haciendo el catastro, porque la situación económica es distinta a la de hace tres meses y también aprovechamos de recolectar alimentos por parte de quienes quieran y puedan aportar".

Sin duda que el sector gastronómico ha sido de los más golpeados por la pandemia y en especial aquellos que trabajan como garzones. Uno de ellos es Alonso Abarca, que por 24 años se ha desempeñado en el tradicional restaurante Moneda de Oro de la calle O'Higgins.

Abarca cuenta que si con el estallido social el negocio bajó de forma considerable, en marzo la situación empeoró con el cierre de locales. Tuvo que reinventarse con un emprendimiento familiar, y con la experiencia de su exmujer que por años trabajó en la cocina del mismo restaurante, y la ayuda de su hija, decidieron vender comida típica chilena.

La prueba de fuego fue Semana Santa donde vendieron empanadas, y como les fue bien ampliaron la variedad de productos. Hoy fabrican suculentos arrollados de cerdo, vacuno y de pollo que mezclan con queso, jamón, champiñones, choricillos y pimentón. Pesan poco más de un kilo y valen $10.000.

La carta considera reineta rellena ($5.000) o a la plancha ($4.000) con acompañamiento (arroz, ensalada surtida o chilena), escalopa káiser ($5.000), mechada con tallarines o arroz ($5.000), chupe de jaiba y mariscos ($4.000), empanadas de pino, mariscos y de queso ($1.000), camarón queso ($2.000) y papas rellenas ($600 c/u).

En repostería hay pie de limón, kuchen, queques, alfajores y otros dulces. Ya cuentan con una amplia clientela y las entregas son de preferencia los fines de semana en Viña del Mar y Valparaíso con un leve recargo por transporte a domicilio.

"Fue complicado reiventarse porque uno no está acostumbrado a hacer esto", comentó Alonso, quien no pierde la esperanza que pase luego la pandemia para reencontrarse con los parroquianos de su querido Moneda de Oro. Por mientras puede encargarle sus ricas preparaciones al +56981948238.