Adaptándose al entrenamiento en casa y alejada del centro olímpico ubicado en el Tranque de la Luz de Placilla, está la seleccionada de remo, Isidora Niemeyer. La joven deportista se encuentra hace un mes en Quintay con gran parte de su familia que vive en dicho sector y confiesa que su estadía allí ha servido para recuperar el tiempo perdido con sus seres queridos, momentos que muchas veces debió postergar por la exigente rutina del deporte.

Pero no todo es vida familiar. Desde el momento en que se decidió salir del Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO) de Curauma, a Isidora se le entregaron ciertos implementos para poder trabajar en casa. La metodología cambió, y ahora, cada semana, se le envía una rutina de cuya realización debe dar cuenta a través de fotos o videos a sus entrenadores. "Se extraña el trabajo en grupo", confiesa la remera, aunque al mismo tiempo confirma que conversa diariamente, por ejemplo, con los hermanos Abraham.

En cuanto a la metodología de cambiar las aguas del tranque por un notebook, Niemeyer sorprende al decir que el cambio no es tan brusco. Sin ir más lejos, hace un par de días Isidora brilló en un campeonato de velocidad en remo ergómetro, en la que salió victoriosa al anotar el mejor tiempo, lo que sirvió para complementar el entrenamiento que está llevando a cabo desde casa.

Antes de volver a Quintay, la ganadora de un oro y una plata en los Panamericanos de Lima 2019, vivió la cuarentena voluntaria junto a sus compañeros en el CEO. "Al comienzo nos sentíamos privilegiados de poder seguir entrenando aunque tomando ciertas medidas. Por ejemplo, teníamos horarios distintos con la gente de aseo y cocina, de tal forma que mientras entrenamos ellos se encargaban de realizar sus labores y cuando retornamos a los espacios, ellos ya no estaban, así no nos cruzábamos. Eso se sumó al cumplimiento de todas las medidas sanitarias en el interior del centro", detalló una de las máximas exponentes del deporte regional.

Situación del tranque

Aunque la meta de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio no cambia, Isidora confiesa que la cita no es la única preocupación que ronda en su cabeza. Hace algunas semanas, a través de redes sociales, comenzó a circular un video titulado "desaparece el Tranque la Luz", donde se denuncia que el nivel del agua ha bajado hasta en cuatro metros debido a la extracción del agua por parte de Esval, lo que tendría como consecuencia hasta la desaparición de seis clubes regionales de remo.

Acerca de todo este contexto, Niemeyer confiesa que "es una situación que preocupa, ha bajado el nivel del agua y se nota. Eso ha hecho que nuestros entrenamientos se dificulten, además del olor que se presenta en el lugar por los peces que van muriendo. Es complicado entrenar así, estamos muy alertas y hacemos lo que podemos, como es difundir la situación por nuestras plataformas. Además todo este tema es aún más preocupante pensando que es una excelente pista para Santiago 2023".

Las metas intactas

Una de las consecuencias que trajo la propagación del COVID-19 en el mundo, fue la suspensión de eventos deportivos, realidad en la que el remo no estuvo ajeno. Hace pocos días, mediante un comunicado de prensa, la asociación nacional de esta disciplina informaba la baja de dos eventos deportivos además de la reprogramación de otras citas deportivas.

Pero en el plano más general, la cancelación del preolímpico de Rio de Janeiro fue un golpe bajo, dado que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 siguen siendo el gran objetivo en el mediano plazo. "Estamos trabajando para ello", dice de forma simple y directa Isidora Niemeyer, quien busca consolidar su carrera junto al equipo nacional tras su destacada participación en los Panamericanos de Lima, donde el equipo en el que figura la joven deportista de cuatro remos cortos, anotó el oro y una destacada participación.

"Ha bajado el nivel del agua del Tranque la Luz y se nota. Eso ha hecho que nuestros entrenamientos se dificulten".

Isidora Niemeyer

Sofía Navarro Martínez

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