Peluquerías de galerías porteñas atraviesan grave crisis económica
Muchos han cerrado sus locales, y quienes siguen atendiendo solo tienen entre uno a dos clientes por día, lo que no alcanza ni para los gastos.
Otro rubro que se ha visto afectado gravemente con la pandemia del coronavirus es el de las peluquerías. En Valparaíso, la mayoría de los salones de belleza se concentran en las distintas galerías que hay en el plan de la ciudad.
En la galería Tres Palacios (Pedro Montt 1842), Patricio Flores, de la peluquería "Mara", lleva más de 30 años trabajando en el lugar y cuenta que generalmente los salones trabajan con el público que a diario transita por el centro comercial, pero como la gente ya no sale de sus casas, muy pocos ingresan a la galería.
"Aquí muy pocos salones trabajan con hora. Nosotros atendemos a la gente que viene y que necesita algún corte o tintura de cabello. Acá igual circula gente, mucho menos que antes, pero igual andan por aquí, pero son muy pocos los que se atienden", afirma el peluquero.
Bajas de 90%
Patricio agrega que de un 100%, solo están atendiendo entre un 10% y un 20% de gente, en comparación a lo que ocurría antes de la pandemia del coronavirus.
"Estamos atendiendo de lunes a sábado, desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, más o menos. Antes aquí nos quedábamos trabajando hasta las 9 o 10 de la noche si era necesario, porque podíamos llegar a atender hasta 10 clientes por día, pero ahora con suerte atendemos uno", afirma Patricio, y añade que debido a la baja afluencia de público muchos locales han debido cerrar sus puertas, porque ya no pueden pegar el arriendo ni los gastos comunes.
"Aquí se atiende mucha gente mayor, entonces ellos están con miedo a enfermarse y no salen de sus casas. Pero igual nosotros nos preparamos para atender a la gente, sanitizamos todo el salón, usamos mascarillas y reorganizamos el local para mantener la distancia social", concluye Flores.
Sin ganancias
En el salón "Cony" lamentan que, aunque sea para atender a uno o dos personas al día, igual deben ir a trabajar, porque es el único ingreso que tiene sus trabajadoras.
"Pagamos arriendo, gasto común, luz, agua y ya no nos está quedando plata para nosotras, prácticamente estamos trabajando para mantener el local. Los dueños de los locales son poco conscientes, solo les importa que no nos atrasemos con el arriendo del local, no les importan las dificultades que estamos pasando", apunta Adelina Santibáñez.
Y destaca: "Vamos a ver qué vamos a hacer más adelante. Porque si esta cuestión sigue así vamos a tener que dejar el local. Se dice que el Gobierno le va a dar ayuda a los negocios pyme, pero por el hecho de que uno pague un poco de IVA ya te quitan todos los beneficios. Es injusto".
Caracol porteño
Mismo panorama viven en el Caracol Porteño (Condell 1265), donde la mayoría de sus locales son peluquerías. Aquí muchas peluqueras se han visto obligadas a trabajar con horas, debido a la poca cantidad de gente que circula por calle Condell y que ingresa a la galería.
Raquel Montero, del salón "Raquel", quien además representa a los locatarios del Caracol, asegura que "esto de la pandemia nos ha afectado mucho. Mucho más que el estallido social, al menos en esa fecha se trabajaba, pero ahora no se trabaja nada".
Agrega que "nosotros cerramos la galería por tres días, porque habíamos decidido cerrar por 10, pero aquí hay mucha gente que gana diario, así que hablamos con el administrador y decidimos volver a abrir, pero con todos los resguardos sanitarios que se requieren".
Laura Valdivia, del salón "Laura", cuenta que está atendiendo de lunes a sábado de 10.30 de la mañana hasta las 15.00 horas. "Aquí trabajamos tres personas, dos peluqueras y una manicurista, pero venimos según la cantidad de trabajo que haya porque está muy malo".
Ana María Vargas, del salón "Mily", dice que al mes no alcanza a reunir ni la mitad de lo que ganaba antes de la pandemia.
Mientras que Mary, del salón "Mary", se vio obligada a cambiarse de local, dentro de la misma galería, pero a uno más pequeño y económico, porque ya no le alcanza para costear el arriendo ni los gastos comunes. "No me queda otra. Nosotros vivimos del público. Veré como me va", concluye.
LOCALES CERRADOS
Pero la crisis sanitaria no solo ha afectado a las peluquerías que funcionan dentro de las galerías, sino también a los pocos locales que siguen abriendo sus puertas al poco público que circula en las calles porteñas. Es el caso de la Óptica Porteña y el Lavacentro Service , ubicados en la galería Hotel Prat (Condell 1443), que todos los días esperan por sus clientes a partir de las 9 de la mañana. Lo mismo ocurre en la galería Beye (Condell 1525) donde hay 54 locales pero solo abren 16.