Manuel Gómez Poblete
Al igual que buena parte de los 32 clubes profesionales del fútbol chileno, en el interior de Everton tuvieron que hablar y/o negociar con sus jugadores, para -en época de pandemia y sin fútbol activo- llegar a fin de mes. Y en tal sentido, lo que se planteó a los jugadores fue una rebaja del 30 por ciento de sus remuneraciones (por 4 meses, en un principio) para quienes ganen más de un millón de pesos al mes, vale decir, casi la totalidad del primer equipo viñamarino.
Esta suerte de recorte salarial -que no dejó indiferente a los futbolistas- fue la fórmula planteada para evitar el despido de funcionarios administrativos o de menor rango, producto de la crisis económica que a todo nivel está dejando la propagación del coronavirus y en donde el fútbol, con todos sus torneos chilenos ya paralizados, no es la excepción.
Ahora, lo que plantearon los directivos ruleteros -tras aquella reunión privada con el plantel, que se efectuó en el CDE- fue una restitución a futuro de esos montos, dependiendo del rendimiento en cancha.
En lo concreto, se les planteó la devolución de estos montos, siempre y cuando el plantel que hoy dirige el rosarino Javier Torrente, alcance uno de los cupos para los torneos internacionales del 2021, ya sea la Copa Sudamericana o en el mejor de los casos, la Copa Libertadores de América.
Para alcanzar dicho objetivo -que hace rato está rondando por los directivos del club- el elenco Oro y Cielo tiene que situarse entre los 7 mejores equipos de Chile, al término del actual torneo. Ahora, si las autoridades deciden que la Copa Chile 2020 no se juegue (por falta de fechas), lo más lógico es que hasta el 8° en la tabla de posiciones, se sume a la Sudamericana 2021.
Al respecto, el histórico exdirigente deportivo (que en su momento, también fue tesorero y gerente general de Everton), Oscar Padró Arenillas, indicó que el tema de los incentivos no es una práctica nueva en el fútbol.
"Yo creo que está bien, ya que siempre han habido incentivos en el fútbol. En el año '76, cuando Everton fue campeón, don Antonio Martínez incentivaba a los jugadores para que ellos pusieran más dedicación en la búsqueda de un objetivo. En esos años, Martínez hacía paquetes de a tres partidos, recuerdo. Si me sacan seis puntos, ya que en esos tiempos el que ganaba sumaba de a dos, les daban cierto dinero extra. Si sumaban 5, el monto era otro y así negociaban", recuerda Padró, quien agrega que "es una situación viable, como para estudiarla y creo que los jugadores van a aceptar, ya que clasificando a una copa llegan los dineros de la propia Conmebol, también se mejoran los borderó con partidos que no estaban planificados y los jugadores también se pueden mostrar para en una de esas, salir después a otros clubes".
Danza de millones
Junto a lo llamativo que resulta el jugar a nivel internacional -instancia que Everton vivió los años 2017 y 2018 al participar dos veces en Copa Sudamericana (primero ante Patriotas de Colombia y luego frente al Caracas de Venezuela)- el interés por volver a este tipo de competencias pasa por la danza de millones que se mueve en torno a ambas competencias. De hecho, la Conmebol publicaba en febrero de este año (antes de la pandemia) que el campeón de la Copa Libertadores 2020 sumaría en premios un total de 22.5 millones de dólares y que en la fase de grupos, tanto Colo Colo como la UC reciben un millón de dólares por partido como local.
Ahora, y en un ejemplo más cercano, el elenco de Unión La Calera sumó 300.000 dólares por jugar frente a Fluminense de Brasil por la Copa Sudamericana 2020 y, al clasificar, sumará otros 375.000 dólares más al formar parte de la segunda fase del torneo.
4 participaciones internacionales suma Everton en su historia: 2 por la Copa Libertadores (1977 y 2009) y 2 por Sudamericana (2017 y 2018).