El milagro del profe Orellana
Tras un grave accidente de tránsito -que bien pudo costarle la vida- el ex técnico bicampeón con los juveniles de Everton y actual integrante del staff de entrenadores de Unión La Calera, habló de su rápida recuperación, sin dejar de agradecer el apoyo de todos los que se han preocupado por él.
El sábado recién pasado, "Sábado Santo" para el mundo cristiano, se cumplió un mes desde que el exfutbolista (campeón con la Unión Española en el Apertura 2005) y además extécnico de los equipos campeones de Everton 2018 a nivel Sub 19 y actual integrante del staff técnico que encabeza Juan Pablo Vojvoda en Unión La Calera, Jonathan Orellana, sufrió un grave accidente vehicular en el camino troncal que une la localidad de San Pedro con Quillota.
Tras el accidente -y centrándose en su recuperación- que el "Profe Jona" (como le decían muchos de sus dirigidos que también tuvo en San Luis y Deportes Limache), no había querido referirse públicamente a lo que sucedió la tarde de aquel miércoles 11 de marzo, día que tanto él como su familia... no olvidarán.
Haciendo una excepción para La Estrella, que Orellana habló de lo rápido y bien encaminada que ha ido su recuperación, la cual se está llevando a cabo en su hogar de la Villa Leonardo da Vinci de Quillota, en donde, junto al amor de su esposa, sus tres hijos y el de su mamá y hermano (que por el tema de la cuarentena, no pudieron retornar a Santiago) se hace mucho más llevadera.
"Yo estuve 12 días hospitalizado en el IST de Viña del Mar, de los cuales pasé 6 ó 7 en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), no recuerdo bien. Y luego de ese tiempo me dieron de alta, pero con controles y curaciones constantes que hago en Quillota y en Viña", nos relata Orellana, quien agrega que "por el accidente sufrí algunas fracturas, pero la mayor fue en el antebrazo izquierdo... que me operaron y me pusieron placas en los dos huesitos del brazo; y tengo además fracturas en el esternón y en la escápula por el costado izquierdo. Además sufrí un corte en la ceja izquierda hacia arriba... como una forma de "c" hacia afuera, con una cicatriz que con tratamiento se va a ir recuperando. De hecho, antes de salir del hospital me sacaron todos los puntos de la cara y también del brazo. Si ni siquiera estoy con yeso, gracias a Dios tengo una buena cicatrización y por el hecho de haber sido deportista... uno también va a acortando un poco los tiempos. Llevo recién un mes, pero cualquiera que me vea, me va a notar muy bien... si incluso puedo caminar y todo, ya que de la cintura para abajo no tengo problemas y mis curaciones son más que nada en la frente y en el brazo, más una terapia para el brazo con un kinesiólogo".
No era mi momento
Si bien es partidario de no recordar el accidente en sí -lo que respetamos, por cierto- el "profe" Orellana habla de las lecciones que por ahí la vida nos puede entregar.
"Son cosas que pasan, nada más. Nadie va a querer tener un accidente así y cuando sucede... uno tiene que ver por qué pasó y tratar de aprender, ya que todo pasa por algo, nada es casualidad y todo tiene su fin. Igual Dios ha sido grande conmigo al darme la posibilidad de continuar con mi familia, yo igual soy una persona joven y no era mi momento. Este tipo se situaciones le tiene que servir a todos y en lo personal me tiene que hacer entender que si bien uno tiene una responsabilidad importante y una carga alta de trabajo, siendo también muy comprometido con mis proyectos profesionales, también hay que estar bien para la familia".
-Y en ese sentido, ¿cómo se ha portado la gente del fútbol con usted?
-No tengo nada que decir, todos se han portado muy bien y en ese sentido, solo tengo agradecimientos a la gente de Unión La Calera y a todos. La verdad que lo único que he visto y recibido son muestras de cariño que hasta el día de hoy sigo leyendo... los mensajes que enviaron en ese momento y que después de un mes me siguen enviando son muy valiosos. Eso también te ayuda a mejorarte y a estar con un mejor ánimo, ya que uno también se siente querido por los amigos, tus familiares y también por la gente del fútbol que te estima desde que fui futbolista y hasta ahora como entrenador. Yo tengo tres hijos, uno ya más grande y dos niñas chicas que al igual que mi señora me ayudan día a día. Yo no me voy a cansar de agradecer a toda la gente que ha estado con uno, al igual que a los hinchas y toda la gente que me ayudó en el hospital", recalcó este joven padre de familia, quien agregó que "yo estoy bien, con ánimo, la recuperación ha sido rápida y las secuelas gracias a Dios son mínimas por el momento, lo que indica que algo todavía tenemos que hacer acá, sacando lo positivo de toda esta experiencia".
Manuel Gómez Poblete
manuel.gomez@estrellavalpo.cl