Choferes y usuarios del transporte acataron el uso de mascarillas
Si bien autoridades y pasajeros valoraron la medida, para el gremio de conductores la normativa resulta insuficiente. Denuncian a empresa de buses que vendía lo implementos a sus empleados. Alistan acción legal contra el Gobierno.
Si bien las personas se han mostrado porfiadas a la hora de mantenerse en casa y limitar sus desplazamientos, así como mantener la distancia entre una y otra en la vía pública, ayer sí la gran mayoría de los usuarios acató la medida de uso obligatorio de mascarillas en el transporte publico o privado.
En un recorrido realizado ayer por distintos puntos de la zona, se apreció que en las calles, paraderos y estaciones de trenes, que tanto los conductores como usuarios del transporte público - colectivos urbanos y rurales, micros, trolebuses, taxis, metro, entre otros servicios- portaban el implemento en sus rostros como medida de seguridad para prevenir el contagio del COVID-19.
Fue el caso de José Robledo, que en la avenida Pedro Montt esperaba micro para regresar a su casa en Playa Ancha. Estaba protegido con guantes y mascarilla. "Es una buena medida porque no sabemos qué persona puede andar contagiada en la calle. Debió haberse implementado antes, porque igual he visto gente que anda sin ella".
Una que tenía en su cartera la protección facial para usarla en la micro era Beatriz Tormen, del cerro Yungay. "Está buena la medida porque hay que protegerse. Aunque hubiera partido antes la gente no hace caso, en las mañanas veo filas en el mercado o afuera de los bancos donde nadie la usa. Aunque tampoco hay plata para pagar multas, debiese ser otra la amonestación", dijo.
Jornada positiva
Para Oscar Cantero, presidente regional de la Confederación de Conductores del Transporte Público, la primera jornada fue positiva en cuanto a los usuarios.
"La mayoría tomó conciencia del tema y subían a las máquinas usando sus mascarillas. No tuvimos grandes dificultades ni confrontaciones con los pasajeros. Fueron pocos los que no las usaron, y el chofer no tiene facultades para fiscalizar o bajar de la micro al que no la tenga", sostuvo.
Para el gremio el punto negro de la jornada fue el terminal de la empresa de Buses Ñandú en Peñablanca, que puso un cartel donde vendían a los conductores mascarillas lavables a $500 y $1.000.
"Eso no corresponde, la empresa no entendió de qué se trata el tema. Denunciamos lo ocurrido a las autoridades respectivas", manifestó Cantero, que sigue preocupado de la protección de los conductores, ya que asegura las mascarillas que reciben no son las más adecuadas.
"Cada chofer debiera tener 3 o 4 para su jornada diaria, pero le dan una que deben tener por varios horas o días. Nadie fiscaliza la entrega de material al trabajador", añadió el dirigente.
En este sentido considera que no es bueno que la autoridad fomente la confección de los implementos en el hogar. La disconformidad del gremio con el Gobierno los llevará a presentar un recurso de protección en la Corte, que sería la próxima semana. "Las autoridades no están siendo serias para enfrentar el problema", apuntó.
José Emilio Guzmán, seremi de Transportes y Telecomunicaciones, resaltó que el uso obligatorio de mascarillas apunta a la responsabilidad individual. "Nuestro foco está en disminuir la propagación rápida del virus, por lo que apelamos al autocuidado para protegerse a sí mismo y los demás", dijo el seremi.
La autoridad enfatizó que los conductores no tienen la facultad de impedir el acceso a las personas que no cumplan la normativa, ya que es la autoridad sanitaria la que fiscaliza.
"Hemos constatado que el personal de salud ha controlado la salida y llegada de pasajeros en buses interurbanos, los que en su totalidad han usado mascarillas. En cuanto a transporte urbano local, en diferentes paraderos se han hecho observaciones a usuarios que estaban en espera sin su mascarilla. Para ser primer día la mayoría de la gente la ha usado", recalcó.
Sobre la denuncia de venta de mascarillas en un terminal, el seremi verificó que se trató de un error que fue solucionado de inmediato en horas de la mañana.