Según datos de la ONU por motivos del Covid-19, hasta mediados de marzo, al menos 56 países habían suspendido las clases en escuelas y universidades afectando a más de 500 millones de estudiantes alrededor del mundo, Chile no ha sido la excepción y lo más complejo es que no sabemos hasta cuando se mantendrá este panorama.

Frente a esto, una de las principales medidas que las instituciones educacionales han adoptado es ofrecer clases en línea, esto ha obligado a acelerar e implementar planes de contingencia, como la utilización de repositorios con guías de estudios, aulas virtuales y video conferencias para impartir las materias.

En este sentido, el mayor desafío para los sistemas educacionales, incluyendo el de Chile, será también mantener el ritmo del cambio y no quedarse estancados en las viejas prácticas del mundo análogo.

Un ejemplo claro que podemos imitar, es el modelo desarrollado por Nueva Zelanda, país que se posiciona en el top ten en cuanto a la solidez de las habilidades futuras, incluyendo sus políticas, enseñanza y el acceso a la

tecnología.

Ellos han incorporado los conceptos de uso de la información y la tecnología en su plan de estudio escolar insertando, por ejemplo, desde los primeros hasta los últimos años de enseñanza, clases de programación, con la plataforma en línea Code Avengers, la cual fue diseñada por profesores y para profesores con el apoyo del Gobierno Neozelandés, implementando un método de aprendizaje interactivo, gamificado y personalizado, que ha permitido impartir a niños, jóvenes y profesionales más de 500 horas de clases en cursos de coding, representación de datos y pensamiento computacional, entre otras materias, llevando a un entorno virtual el proceso educativo que consta de tres partes fundamentales: Planificar, Educar y Evaluar.

La educación digital, online y de calidad, ya no puede esperar, es por esto que el llamado es a comenzar a planificar la adopción e incorporación de las mejores prácticas a nivel mundial acerca de la enseñanza de la programación, además de contar con la tecnología apropiada y entrenar a los profesores para alcanzar su máximo desempeño.

Juan Pablo Lefián, Representante de Code Avengers en Chile.

La soledad, el sentirse solo, abrumado por el encierro restringido, pedido por la autoridad, para evitar los contagios provenientes de la crisis presente, hace que el hombre, acostumbrado a lo suyo, dueño de sí mismo, idiotizado por costumbre, lo hace caer, si no reacciona pronto, en un letargo complicado. La lectura, el hacer cosas, escribir, pensar, minimizan en parte la cuarentena impuesta. Esta ominosa situación se da en hogares que han perdido al esposo o esposa y cuyos hijos tienen otra tarea para los suyos, que les impide visitar a sus seres queridos, sea padre o madre, propensos a enfermarse, si les traen el maldito virus consigo desde fuera.

Renato Norero V.