Una violenta agresión recibió un joven en el cerro Esperanza. Según la denuncia del afectado M.J.S.S.., 28 años, estaba en un paradero de locomoción colectiva en la esquina de Los Boldos con Los Peumos, cuando pasó por el lugar un taxi colectivo a cargo de S.H.R.G. con quien mantiene rencillas. Se produjo una agria discusión, donde el colectivero se fue profiriendo graves amenazas.

A los minutos regresó en compañía de dos hijos y otro familiar, los que tras descender del vehículo se le fueron encima para agredirlo con palos y una pala. La víctima respondió lanzando un par de piedras, y luego escapó por calle Los Boldos, pero en la huida resbaló y cayó al suelo, momento en que fue golpeado con los objetos contundentes. Los agresores escaparon y el afectado fue al consultorio Los Placeres y luego al Van Buren, donde ingresó policontuso y con heridas en la pared abdominal, lesiones de mediana gravedad. Quedó internado y a la espera de ser citado a la Fiscalía.

Un homicidio frustrado ocurrido este fin de semana investiga la PDI al interior del complejo penitenciario de Valparaíso.

Por instrucción del Ministerio Público, la Brigada de Homicidios se apersonó en el citado penal para indagar un ataque con arma blanca al interno J.R.G.G., de 27 años, que cumple una condena por robo con intimidación.

Los primeros antecedentes recabados por la PDI, dan cuenta que cerca de las 09.00 horas tras el desencierro de la población penal, se produjo la agresión en la parte posterior del patio del módulo 110, ocupado por 170 reclusos de alto compromiso delictual, que son custodiados por un par de gendarmes.

En ese momento J.R.G. recibió heridas cortopenetrantes con un arma de fabricación artesanal en la región torácica, por lo que tras ser auxiliado por testigos fue llevado de inmediato hasta el hospital del complejo penitenciario, pero debido a la gravedad de las lesiones fue derivado por el SAMU hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren, donde permanece internado de cuidado pero sin riesgo vital.

Los detectives a través de la revisión de las cámaras de seguridad del recinto carcelario, empadronamiento de testigos y otras pesquisas de su especialidad que realizaron junto a Lacrim, establecieron la participación en el ataque de cuatro internos, los que fueron identificados pero no aportaron antecedentes a la investigación, ya que se acogieron a su derecho de guardar silencio.

Ahora el Ministerio Público, en base a los datos aportados por la PDI, será el encargada de definir el futuro procesal de los reclusos involucrados en el ataque.

Fabián San Martín D.

Con una grave lesión en uno de sus ojos resultó una porteña que sufrió un violento ataque de un familiar.

Ayer en el tribunal de garantía fue formalizado M.A.L.A., de 39 años, quien la tarde del sábado fue detenido por Carabineros del retén Laguna Verde, luego que en medio de una convivencia que se realizaba en un domicilio del balneario, agrediera brutalmente en la cabeza con un objeto contundente -un azadón- a su prima M.P.A., de la misma edad.

No está claro el móvil del ataque, pero familiares de la víctima refieren que lo hizo para apropiarse del poco dinero que portaba la mujer, que tras la agresión fue llevada a un consultorio y posteriormente al hospital Carlos Van Buren, donde le diagnosticaron múltiples lesiones con un objeto contundente en el rostro y otras partes del cuerpo.

Tras ser atendida en el recinto porteño fue derivada al Instituto de Salud Visual (ISV) de Viña del Mar, donde verificaron que presentaba una fractura de la pared orbital derecha y sospecha de trauma ocular, lesiones de carácter grave.

Prisión preventiva

La defensa del inculpado, que llegó a la audiencia vendado en su cabeza con una herida sangrante, refirió que fueron agresiones mutuas con la víctima con la que mantenía rencillas anteriores. Adujo que el imputado no recuerda haberla agredido y solicitó que su cliente se mantuviera en arresto domiciliario en su hogar en Viña del Mar.

La Fiscalía replicó que el antisocial es un peligro para la sociedad, ya que en abril de 2012 fue condenado por la justicia viñamarina a 11 años de presidio por un robo con violencia calificado, pena que cumple en 2023, pero se vio favorecido con un beneficio carcelario y salió antes de tiempo.

La magistrada de turno concordó en que existió ánimo de matar de parte del inculpado, y por considerarlo un riesgo para la sociedad determinó la medida cautelar de prisión preventiva por los 120 días de la investigación del Ministerio Público.

Al salir de la sala el imputado fue duramente increpado por familiares de la víctima.