El fresco y doloroso recuerdo del último descenso wanderino
Recién vas transcurridas ocho jornadas del Campeonato Nacional de Primera División, pero todos quienes están relacionados al mundo de Santiago Wanderers, ya miran de reojo la siempre ingrata tabla del descenso. Con siete partidos jugados, los verdes están en la parte más baja de la tabla general y penúltimos en la tabla ponderada, razón por la cual, pensar que los verdes son candidatos a descender no es alejado a la realidad. Lo peor es que el recuerdo de la última pérdida de categoría todavía está demasiado fresca. En diciembre de 2017, el Decano perdía una dramática definición a penales frente a Unión La Calera, viéndose obligado a jugar en la segunda categoría de nuestro balompié, serie en la que estuvo durante dos largas temporadas. Eso sí, antes de llegar a aquella recordada y dolorosa instancia, los porteños tuvieron una importante cantidad de oportunidades de salvarse. Las bases del Campeonato de Transición 2017, indicaban que solo el equipo con peor porcentaje de rendimiento entre los 30 partidos de la temporada 2016/2017 y los 15 partidos del Transición, jugaría la liguilla de promoción. Wanderers llegó a la segunda mitad del 2017 con uno de los peores rendimientos del fútbol chileno, situación muy parecida a la actual, aunque el plantel caturro del 2020 tiene la ventaja de que su ponderación solo involucra lo realizado durante el presente año, razón por la que sumar victorias equivale a un porcentaje mayor a la hora de ver la Tabla Ponderada. La comparación es inevitable: ¿Cuántos puntos llevaba el equipo que terminó descendiendo a esta misma altura en el año 2017? Pues el cuadro que por ese entonces ya era dirigido por Nicolás Córdova, sumaba la cantidad de ocho unidades en sus primeros siete duelos del campeonato (recordando que el plantel actual tiene un partido pendiente), nada más y nada menos que el doble de unidades que el elenco que hoy es dirigido por Miguel Ramírez.