El VAR impidió que Unión La Calera le quite el invicto a los cruzados
La video asistencia -a cargo de Angelo Hermosilla- le anuló en una polémica decisión un gol a Sebastián Sáez (70'), que era el 2-1 para los cementeros.
Hace rato que en el fútbol chileno, no se escuchaba tan fuerte el grito de "ladrón, ladrón...", como el que se escuchó ayer en el Nicolás Chahuán y cuyo destinatario era el árbitro del choque de punteros entre Unión La Calera y la Universidad Católica, Julio Bascuñán.
Y es que el hincha del elenco rojo -que por lo común, es muy apasionado- se sintió despojado cuando el VAR le anuló un gol a Sebastián Sáez (que significaba el 2-1 para el local), en una jugada que a primera vista, era totalmente lícita. No obstante, la video asistencia a cargo de Angelo Hermosilla analizó la jugada y advirtió un off side milimétrico de Esteban Valencia... en el origen de la jugada que terminó con el gol de Sáez.
Pese a las líneas trazadas por el software que maneja el VAR, no queda en claro la posición fuera de juego, por lo que los hinchas se enfurecieron con el árbitro Julio Bascuñán, que muy conversador y amenazante (casi prepotente), no venía haciendo un buen cometido.
Al margen de la jugada puntual del minuto 67 (el gol lo anularon a los 70), cementeros y cruzados dejaron en claro el por qué son -hoy por hoy- el líder y el sublíder del fútbol chileno. Y es que como pocos, el elenco calerano hizo ver mal a los dirigidos de Holan, los cuales, conforme pasaban los minutos... se fueron sintiendo más y más cómodos con el empate.
A pesar del predominio local, fue la UC la que se puso en ventaja a los 15', gracias al oportunismo de su goleador, Fernando Zampedri. De inmediato, Sáez y Vilches tuvieron la paridad, pero fallaron en el minuto 16. Aquello hasta que Dituro -en su único error- salió jugando mal en el área chica, facilitando ante la presión de Sáez, un absurdo autogol de Kuscevic, que gatilló el 1-1 final en la Ciudad del Cemento.