Erika Rojas y Nicole Valverde - La Estrella de Valparaíso

Dos detenidos hubo el miércoles por la trifulca entre Carabineros y comerciantes ambulantes en la playa El Sol, donde resultó herido leve con un corte en la frente un efectivo de la Prefectura de Viña del Mar.

Según indicó ayer el coronel Roberto Troncoso, el hecho ocurrió en el Muelle Vergara, a la altura de 12 Norte, cuando personal policial llegó a hacer un control basado en una estrategia de "recuperación de espacios públicos", sosteniendo "que fuimos agredidos por comerciantes con piedras y otros objetos contundentes, obligándonos a actuar". Sobre el uso de bombas lacrimógenas en presencia de turistas, Troncoso aseveró que en primera instancia se avisó, y luego utilizaron bombas de humo para disuadir e impedir complicar a personas que no tenían relación con la situación.

De los imputados solo el varón, que poseía antecedentes por microtráfico y otras agresiones, pasó ayer a control de detención donde tras ser formalizado quedó libre y citado para el 30 de marzo a un juicio simplificado. La Fiscalía solicita dos penas de 270 días de presidio por maltrato de obra a carabinero con lesiones leves, y oponerse a la acción de la autoridad.

Comercio Ilegal

La alcaldesa Virginia Reginato lamentó el nuevo hecho de violencia en el sector. "No es el único carabinero que resulta herido, igualmente también han habido funcionarios municipales heridos. Por eso seguiremos insistiendo en que el comercio ilegal no lo queremos en Viña del Mar. Este tipo de comercio debe desaparecer y para eso se están haciendo todos los esfuerzos posibles".

Por otro lado, ayer por la tarde el panorama en la playa El Sol estaba mucho más tranquilo que el miércoles, y con una notable disminución de la presencia de vendedores ambulantes, pero también de turistas.

La Estrella conversó con un locatario establecido, perteneciente a un grupo de artesanos que lleva más de 30 años en la feria artesanal del borde costero, justo frente al Muelle Vergara. El hombre, que optó por resguardar su identidad por seguridad, manifestó que se sienten en una especie de "territorio de nadie", donde los más perjudicados son los comerciantes establecidos, quienes además pagan permisos y patentes para trabajar en el sector. "Por una parte está el municipio que una vez ocurrido el estallido social nos informó que Carabineros ya no se haría responsable de la seguridad y fiscalización del sector, y que prácticamente nosotros mismos íbamos a tener que hacernos cargo y lidiar con el comercio ambulante", apuntó el comerciante. Y agregó: "Por otro lado, el mismo municipio envía inspectores que nos fiscalizan y pasan multas a nosotros, pero hacen vista gorda a todo el comercio ambulante que se instala aquí en todo el borde costero. Y para más remate, tenemos que lidiar con los ambulantes, que si bien algunos son respetuosos, hay otros que no lo son. Entonces, ¿quién vela por nosotros?", concluyó.