Erika Rojas Salazar
Hace 4 años las victorias experimentaron cambios radicales en Viña. Pensando en el alto flujo vehicular y un mejor trato animal, la cuarentena de propietarios y cocheros de la Ciudad Jardín accedió a paraderos con sombra, regulación de horarios y descanso, además de exhaustivos controles veterinarios y mecánicos para sus animales y coches.
"Nuestros caballos ahora van más veces al doctor que nosotros", sostiene con algo de risa Ramón, un cochero con 30 años de experiencia, quien asegura que tras la votación de diciembre y el actual panorama, muchos de sus compañeros morirán junto al oficio.
Mesa técnica
Si bien el municipio no posee una propuesta definitiva respecto del futuro de los coches victorias en Viña del Mar, éste ya indicó que se está desarrollando la mesa técnica instaurada por la alcaldesa Virginia Reginato, a través del Decreto Alcaldicio Nº 817/20, cumpliendo así lo mandatado en la consulta ciudadana de diciembre, donde el 66% de los votantes optó por la no continuación de esta actividad.
Compuesta por las Direcciones de Operaciones y Servicios y sus departamentos de Servicios del Ambiente y Tránsito; la Dirección de Desarrollo Comunitario, la Dirección de Asesoría Jurídica y el Departamento de Desarrollo Económico, además de cocheros y grupos animalistas, la mesa técnica se ha reunido en varias oportunidades estas últimas semanas, siendo la alternativa más probable el cambio de la tracción animal por carros eléctricos.
"Hemos escuchado a la ciudadanía y de inmediato comenzamos a trabajar para dar una solución viable a esta temática. La mesa técnica ha hecho una gran labor, que en el corto plazo tendrá alternativas para evaluarlas y llegar a un consenso en beneficio de la ciudad, los habitantes y todos los involucrados", dijo la alcaldesa Virginia Reginato.
Mucho más concretos fueron los propios cocheros, quienes por intermedio de su vocero Juan Carlos Campos, manifestaron que desde la ONG Animalista "Una Victoria para Viña", surgió la opción más potente que se maneja hasta ahora.
"La idea propuesta por los animalistas dice relación con reemplazar nuestros carros y caballos por uno eléctrico que sería financiado por un proyecto con fondos regionales", sostuvo Campos, quien argumentó que muchos de sus compañeros están dispuestos a hacer el cambio siempre y cuando los indemnicen comprándoles el coche y el caballo.
"El 2016 hablamos de 1.500 millones de pesos, es decir nos tocarían cerca de 40 millones de pesos para cada uno. Eso sería bueno, pero lo ideal es mantener nuestra fuente laboral", ratifica Campos, a quien le interesa que sus dos caballos queden en buenas manos y que ojalá todos puedan tener una posibilidad para trabajar en esta nueva modalidad.
El proyecto
Juan Carlos Oróstica, expresidente de "Una Victoria para Viña" y actual colaborador de la ONG animalista y quien siempre ha estado en contacto con los cocheros, adelantó que "el proyecto de carros eléctricos ya posee la voluntad política de ser aprobado por el Consejo Regional y el desarrollo tecnológico por parte de la U. Santa María".
Oróstica detalló que el modelo a aprobarse en Viña es muy parecido al de Guadalajara y por temas de costo y de flujo vehicular se reduciría a no más de 15 o 10 coches. Para ello los conductores deberán tener licencia B y el sueño es contar con ellos el verano próximo.