Matias Valenzuela
Transcurridos diez días del accidente del ascensor Concepción, donde se lesionaron cinco personas, el elevador continúa con suspensión en su servicio, sin que haya informaciones claras de su eventual reapertura.
El sábado 1 de febrero el ascensor tuvo una falla, provocando que los dos carros se precipitaran en sentido inverso golpeando a los pasajeros de subida y bajada. Desde aquel día a la fecha, la única información técnica que ha trascendido apunta a una falla en el software que hace mover los elevadores.
Para evitar otros accidentes, las autoridades optaron por suspender el funcionamiento de otros dos funiculares que comparten el mismo sistema: Cordillera y Espíritu Santo. El primero de éstos reabrió el lunes pasado, y el segundo lo hará el 15 de febrero. Respecto del ascensor accidentado, no hay información oficial.
Consultado al respecto el alcalde (s) de Valparaíso, Claudio Opazo, manifestó: "Vamos a encargar un estudio-peritaje con el objetivo de aclarar y resolver los problemas que puedan existir. Mientras ese estudio no finalice no entregaremos más opiniones con el objetivo de no entorpecer la investigación. Hay que ser responsables y evitar ganar portadas a cualquier precio. Como hemos señalado: si existen responsabilidad las asumiremos".
Consultamos al MOP sobre una eventual reapertura del ascensor, pero al cierre de esta edición, no contestaron nuestras consultas.
Cynthia Velázquez, esposa de la persona que sufrió la caída más grave, cuenta que su marido sigue en cama con lesiones de consideración.
"Tiene fracturada la clavícula y cuatro costillas. Los otros lesionados tienen problemas a la columna vertebral y otro chico que tiene su espalda súper dañada", relata.
Afirma que tiene que quedarse en casa cuidando a su esposo que debe guardar reposo absoluto. Afirma que gracias a su insistencia, desde el municipio porteño enviarán a una sicóloga y asistente social a su domicilio para que revisen el caso del hombre de 65 años de edad.
Agrega que el susto que vivieron como familia fue muy grande, incluso ella quedó atemorizada de usar este transporte.
"Yo soy súper chora, pero desde que pasó esto, ni siquiera me subo al ascensor Reina Victoria, no me atrevo", explica.