Llega a la cartelera la película sobre el trágico final de Judy Garland
Renée Zellweger es favorita al Oscar por su interpretación de la cantante y actriz en "Judy", cinta que se estrena el jueves.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
El 25 de marzo de 1969, Judy Garland subió al escenario del Centro Falkoner, en Copenhague. Cuando llegó al clímax con "Over the rainbow" -la canción que la convirtió en una estrella mundial a los 17 años-, el público desconocía que esa sería su última presentación en vivo. Tres meses después, la actriz de 47 años fue encontrada muerta en su departamento de Chelsea, Londres, tras una sobredosis accidental de barbitúricos, los mismos que venía consumiendo desde que era niña. "El arcoíris se ha ido", decía uno de los titulares de la época. Sin embargo, la leyenda sigue viva y hoy conquista nuevas generaciones con "Judy", el filme biográfico que se estrena este jueves en los cines locales, el cual tiene a su protagonista, Renée Zellweger, como favorita en la entrega de los premios Oscar.
Apoyada por un excelente trabajo de maquillaje y peluquería (que también obtuvo una nominación a los Premios de la Academia), Zellweger logra una gran caracterización, con los gestos y tics característicos de la figura de Hollywood, que le ha valido el aplauso de la crítica y 18 galardones hasta la fecha, entre los que destacan el Globo de Oro, el Critics Choice Award y el Premio del Sindicato de Actores, racha que podría coronar el 9 de febrero con el Oscar, el segundo de su carrera, tras el obtenido en 2003 a mejor actriz secundaria por "Cold Mountain".
La película, dirigida por el inglés Rupert Goold, arranca en 1968, cuando Judy Garland viajó a Londres para dar una serie de shows en un club nocturno. Serían los últimos de su vida. Ese canto de cisne de una vida intensa, trágica y brillante, atravesada por un talento irrepetible, es el centro de "Judy", que hace el contrapunto entre aquella niña de vodevil nacida en el Medio Oeste y protagonista de "El Mago de Oz" con la diva icónica, amada y respetada, cerca de su precoz muerte a los 47 años.
Una voz única
"Yo hago películas, Judy, pero es tu trabajo darles sueños a la gente. La economía está en crisis y ellos pagan para verte a ti. Y hay algo más. En cada uno de los pueblos de Estados Unidos hay una chica que es más linda que tú, con una nariz más perfecta, con mejores dientes, o más alta, o más delgada. Pero solo tú tienes algo que ninguna de esas chicas tiene. ¿Sabes qué es? Esa voz. La que te va a llevar a Oz, a aquel lugar al que ninguna de esas chicas podrá ir jamás". Son las palabras del legendario Louis B. Mayer, el mandamás de la Metro Goldwyn Mayer en sus años de oro, las que seducen y aleccionan a la niña Judy a punto de perder su infancia y con ella los últimos rastros de su inocencia. Ese discurso, que tiene tanto de profético, se pronuncia en el set de "El mago de Oz", sobre los ladrillos amarillos que resultaron el camino al éxito de Judy Garland y también el sino trágico de su leyenda. "Judy" retrata, en esa tensión entre el Oz del pasado y el Londres del presente, el crepúsculo de la vida de Frances Gumm, aquella niña nacida en Minnesota, hija menor de un hogar nómade, cantante precoz y estrella única de los sueños dorados del Hollywood clásico.
La película, inspirada en la obra teatral de Peter Quilter "Al final del arcoíris", asume desde el comienzo el arte de la despedida, la omnipresente sensación de que ese tiempo suspendido en la vida de Garland concentra todo el peso de su historia y su propio mito. Por ello es menos un biopic que una compleja meditación sobre los vaivenes de la fama, sobre ese trágico destino de vivir en un mundo diferente, más allá del arcoíris.
La actriz menos pensada
"Es todo un desafío interpretar a Judy Garland", dijo el cineasta Rupert Goold en una extensa nota sobre el gran regreso de Renée Zellweger. "La diminuta Bridget Jones, de aspecto escandinavo, no era nuestra primera opción. Por eso cuando vino a Londres para una reunión en 2017, pese a mis reparos, quedé impresionado por su talento".
Fue una sorpresa para muchos la elección de Zellweger. Desde 2010 la actriz había mantenido perfil bajo debido a un severo agotamiento tras de una serie de éxitos y primeras planas que duró más de una década. Después vinieron algunos fracasos, películas olvidables, viajes interminables, fobia a la prensa, romances frustrados con estrellas de rock y especulaciones sobre cirugías plásticas.
Pero el mal trago finalmente pasó y con el tiempo llegaría la revancha. Su interpretación de Judy Garland es considerada, casi de manera unánime, la mejor de su carrera. No solo le valió una nominación al Oscar como mejor actriz, sino que, pese a la peluca, los lentes de contacto oscuro y los dientes postizos, consiguió escapar a la tentación imitativa que suele dominar en todas las interpretaciones de celebridades.