Olmueíno recicla el agua de la lavadora para salvar sus árboles
El agricultor Juan Altamirano implementó un sistema de goteo y otro de tratamiento de aguas grises, para rescatar 3 mil litros a la semana. Indap apoya su iniciativa.
Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Quillota-Petorca
El pasado invierno fue considerado el tercero más seco en la región de Valparaíso después de 1968 y 1998, respectivamente. Con este antecedente y el pronóstico de la Dirección Meteorológica de Chile, que advierte que las temperaturas máximas de este verano serán entre los 38 y 40 grados en los valles interiores de la zona, el panorama no es alentador para los vecinos y agricultores.
Por esto, muchos se preguntan qué pueden hacer para priorizar el escaso recurso hídrico disponible.
Todos están de acuerdo que lo primero y más esencial es asegurar el agua para el consumo humano, pero los agricultores tampoco quieren que el trabajo que han desarrollado por años desaparezca mientras se secan sus plantaciones.
Como el olmueíno Juan Altamirano, quien se las ingenió para habilitar un sistema totalmente hechizo en su hogar, con el objetivo de reutilizar las aguas grises de su casa y salvar sus árboles. Así, este hombre aprovecha el recurso hídrico que desecha la lavadora, el lavamanos, el lavaplatos y la ducha.
Tres mi litros de agua
Hace un mes, Juan Altamirano todavía tenía a su disposición una mínima cantidad de recurso hídrico correspondiente a aguas subterráneas inscritas cercanas a su predio, emplazado en el sector El Tebal de Las Palmas.
A ello se le sumaba lo que rescata una vez la semana del camión aljibe municipal. No obstante, no era suficiente y comenzó a trabajar en su proyecto que buscaba mejorar la eficiencia del sistema de riego y aumentar la disponibilidad del recurso hídrico a través del aprovechamiento de las aguas de consumo humano.
Entre lo que reutiliza proveniente de las cuatro fuentes de aguas grises de su hogar, este agricultor calcula que logra aprovechar cerca de 3 mil litros a la semana, cantidad del vital elemento que antes simplemente se perdía. Con la primera parte de la iniciativa ya funcionando, es decir hecha la conexión, Altamirano siguió usando su ingenio y dio otro paso.
"Ahora tengo riego automático a través de una bomba de riego que la hace llegar a las plantas, cerca de 70 árboles más o menos, entre limones y paltos", explica. De esta manera, el agricultor recicla todas las aguas domésticas resultantes de los procesos de su hogar, como la lavadora, la ducha y el lavamanos. Sólo ignora el inodoro.
Apoyo de Indap
Para consolidar su proyecto, Juan Altamirano implementó un sistema de riego por goteo de 72 árboles y un sistema de tratamiento de aguas grises. Este último funciona a través de un sencillo equipo de filtrado, que captura las partículas e impurezas para luego impulsarlas a un estanque donde se realiza la inyección automática de ozono. Para lograrlo, el olmueíno accedió a recursos mediante un proyecto piloto de mejoramiento de sistema de riego y tratamiento de aguas grises, en el marco del Programa de Riego Intrapredial del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).
"La región de Valparaíso se encuentra sometida a un agudo escenario de sequía que se prolonga por largos años, lo que hace necesario considerar las aguas grises como una opción para la gestión sustentable del recurso hídrico. El proyecto de don Juan Altamirano es un primer paso que está dando el Ministerio de Agricultura a través de Indap para considerar seriamente esta alternativa y ver la factibilidad de poder replicar esta iniciativa con otros agricultores", dijo Fernando Torregrosa, director regional de Indap.
La experiencia de este olmueíno da cuenta de cómo con un poco de empuje e ingenio, se puede torcer la mano a las situaciones adversas.
Hasta hace un mes, Juan Altamirano sufría viendo cómo sus árboles se secaban, pero ahora sabe que el agua que se perdía antes en su hogar les puede salvar la vida. "No pierdo ni una gota de agua", expresa orgulloso.
Habilitó hectáreas
Con su innovadora iniciativa, Juan Altamirano habilitó 0,6 hectáreas de terreno, lo que significó una inversión total de $4.304.507. Indap le dio un incentivo de $3.874.056 y el agricultor aportó $430.451.