Operación 'Caballo de Troya' boicoteó la PSU en Valparaíso
La estrategia dio vueltas en redes sociales y en algunos aspectos coincidió con lo que se vivió en las calles porteñas.
C. Matus y B. Velásquez - La Estrella de Valparaíso
Tal como estaba previsto, una serie de violentos incidentes se registraron ayer en distintos puntos del país con el objeto de boicotear la PSU. La región no fue la excepción y ciudades como Viña del Mar, Quilpué y Valparaíso fueron escenario de distintos hechos.
En la Ciudad Puerto los problemas comenzaron con la toma del liceo Eduardo de la Barra, motivo por el cual los jóvenes que rendirían la prueba en ese lugar fueron reubicados en la Universidad Santa María, la que más tarde, también fue tomada por un grupo de los propios estudiantes que darían el cuestionado examen.
Scarlett, una joven que fue a dar la prueba en dicho liceo contó que logró ingresar a la USM "y empezaron los gritos típicos de las marchas y después un niño se subió a una tarima a motivar a los cabros y de un momento a otro empezaron a silbar más fuerte y empezaron a tirar las sillas".
Otra estudiante, Ignacia, agregó que "no hubo ninguna interferencia de otros grupos o personas. No es nada en contra de la sede, eso siempre se dijo, estamos todos contra la PSU y todo eso quedó claro. Uno de los organizadores dijo 'chiquillos, apañen, nos vamos a tomar la sede. El que quiere apañar, va, y el que no, tiene las facilidades de irse y de salir'".
Luego de eso, un grupo de jóvenes intentó bloquear las puertas de acceso con sillas, acción que trataron de impedir guardias de seguridad del recinto universitario, por lo que por momentos hubo forcejeos entre las partes.
Ruta del boicot
Pero aquello no fue lo único. De manera paralela se formó un grupo de encapuchados que realizó una especie de "ruta del boicot".
Temprano un grupo de unas 20 personas ingresó al Liceo Bicentenario de calle Blanco mientras los estudiantes hacían la fila para entrar, motivando la llegada de Carabineros. Situación similar se registró en el liceo La Igualdad del pasaje Almirante Simpson, donde los manifestantes entraron a la fuerza, pasando a llevar a las profesoras que controlaban el ingreso, sacaron los facsímiles para quemarlos y se tomaron el establecimiento.
Después, el turno fue del Instituto Superior de Comercio de avenida Argentina, desde donde sacaron los mismos documentos para prender una barricada en el frente del recinto educacional.
De allí, los 'capuchas' caminaron hasta el colegio San Pedro Nolasco de calle Victoria, a pasos del Congreso Nacional, para realizar la misma acción, aunque también tuvieron un cara a cara con los padres de los jóvenes que rendirían la PSU y que se encontraban resguardando el lugar. Los locatarios del sector tuvieron que cerrar sus negocios, por lo que también tuvieron conflictos con los que protestaban.
En calle Victoria, los encapuchados se encontraron nuevamente con Fuerzas Especiales de Carabineros, aunque éstos no actuaron con el mismo ímpetu de otras oportunidades, impidieron que los desmanes se prologaran hacia el edificio del Poder Legislativo.
Los disturbios de ese sector de El Almendral se trasladaron hasta el liceo Matilde Brandau de avenida Brasil, donde se vivió -quizás- uno de los momentos más violentos. Botellas de vidrio, piedras y el polvo de los extintores fueron algunos de los objetos contundentes que los encapuchados les lanzaron a los carabineros, quienes respondieron con el actuar del carro lanzaaguas. Algo similar se registró minutos más tarde, nuevamente en el liceo Bicentenario. Finalmente, los desmanes se extendieron por diversos puntos del plan de la Ciudad Puerto.
Caballo de troya
Ante el escenario descrito, las opiniones fueron divididas. Algunos estaban a favor o lo justificaban y otros estaban en desacuerdo. Sin embargo, muchos coincidieron en algo: la ausencia de personal de Carabineros para evitar la toma de los liceos.
"Yo no quería dar la prueba, pero vine a pesar que sabía que iba a haber una movilización. Me resulta extraño que sabiendo que la sede del Eduardo de la Barra era tomable, estaba avisado, había un plan 'Caballo de Troya', lo dejaran descubierto", dijo Scarlett.
Dicha estrategia circulaba por redes sociales y detallaba un plan de siete etapas. La primera: "Reconocimiento de salas", donde se llamaba a los jóvenes a "intentar esconder: rociador, bicarbonato, láser, megáfonos, bombas de humo, fétidas, ruido o petardos", así como también identificar vías de escape, peligros, cámaras, estar atentos a la presencia de Carabineros o de Fuerzas Armadas.
Segunda etapa: "Día de la PSU", contemplaba "rastrillar la zona en busca de pacos (sic), evaluar posibilidades de cortar el tránsito", como también "provocar a los agentes represivos, apedreando, gritando, bombas de pintura, cloro, etc. (Son nuestro comodín, cualquier acción que tomen impedirá hacer la prueba)". Hacer barricadas e ingresar a los locales para remover sillas también era parte del plan.
Tercera etapa: "Ingreso - Preparación Caballo de Troya" consistía en "antes de ingresar a las salas acordar una hora de acción con los demás".
Cuarta etapa: "En Sala - primera fase Caballo de Troya), hablaba sobre "abrir el facsímil antes de tiempo y salir de la sala con prueba en mano. Comenzar protesta (...) Recolectar la mayor cantidad de facsímiles y folios posibles y arrojarlos al aire/destruirlos".
Quinta etapa: "Fuera de Sala - segunda fase Caballo de Troya". Objetivos: detener la prueba, tomarse los patios centrales con ruido para que "se escuche de todas las salas, activar alarmas, vaciar extintores, usar bombas de humo, de ruido, sacar fotos a los facsímiles y moverlos por grupos para su publicación masiva".
Sexta etapa: "Muerte PSU - Fase Final Caballo de Troya. "Permitir que se retiren quienes no quieran participar de la movilización, evitar ingreso de agentes represivos, provocar a los agentes represivos, aprovechar lacrimógenas para gasear salas".
Séptima etapa: "Si las cosas se ponen violentas". el instructivo decía que en caso de enfrentamientos con Carabineros, "la prioridad es escapar, es preferible inhabilitar más locales en vez de mantenerse luchando en solo uno"; evitar agredir a Carabineros, "no les regalemos motivos para detenernos".
¿cómo no se advirtió?
La escena de los frontis de los establecimientos sin patrullas de la policía uniformada se repetía. "Esto se sabía, se advirtió. ¿Cómo es posible que Carabineros lo haya permitido? El De la Barra está a dos cuadras de la Comisaría, afuera de la USM había una patrulla desde antes que se la tomaran y no hicieron nada y ninguna autoridad se hizo presente", manifestó Cecilia, una apoderada que se encontraba en la Universidad Santa María. Sus dichos fueron suscritos por un grupo de padres que la acompañaban.
"Yo quería dar la prueba, siento que mis derechos están siendo violentados. No están siendo respetados los derechos de ambas partes", dijo a la pasada una alumna evidentemente molesta en el exterior del Instituto Superior de Comercio.
Pero no solo en Valparaíso hubo conflictos, pues en Viña del Mar y Quilpué los problemas se centraron en los liceos Bicentenario y Gastronómico, respectivamente, donde también se notó la ausencia de personal policial.
"Perkin" fue lo más suave que le dijeron a Javiera Ríos (17), una joven que sueña con ser ingeniera comercial y que ayer, a primera hora de la mañana, le quitaron de las manos su prueba de Lenguaje en el Liceo Bicentenario de Viña del Mar.
"No me dejaron darla y me empezaron a gritar varios garabatos que no puedo reproducir. Después empezaron a tirar las mesas desde el segundo piso y tiraron los facsímiles", dijo visiblemente molesta, afuera del establecimiento.
Su madre, Mabel Aguilera, comentó que apenas llegaron a las 08.30 de la mañana, fueron amenazadas junto a otros estudiantes y apoderados. "Al frente, en la plaza, había unos muchachos menores de edad que nos advirtieron que iban a boicotear la PSU. Por eso, cuando los alumnos entraron al liceo para dar la prueba, un montón de apoderados nos aferramos en el portón para desearle buena suerte a los hijos, pero ellos se metieron igual a provocar desmanes y destrozos", detalló.
Mientras esto ocurría, en el Liceo Gastronómico de Quilpué un grupo de desconocidos forzó a patadas el acceso principal del recinto y los alumnos tampoco pudieron dar la prueba. La dirección intentó buscar otro lugar para que pudieran continuar con el proceso, pero al final tuvo que ser suspendido. Algunos padres, frustrados por el hecho, fueron a buscar a sus hijos y manifestaron: "No estamos de acuerdo con este boicot, que nadie entiende por qué se hizo".
Pena y Ansiedad
Javiera Ríos se quedó pasmada en su puesto, hasta que su madre entró a rescatarla. "Dejaron entrar a los apoderados y me dirigí a la sala donde mi hija estaba rindiendo la prueba y la encontré sentada, llorando. En la sala de al lado tuvieron la oportunidad de dar la prueba, pero luego de lo que pasó vino el vocero del Demre y dijo que se suspendía y que los estudiantes debían ser desalojados", dijo.
El desorden en ese instante era tal, que algunos encapuchados, entre risas, sacaron unos facsímiles y se pusieron a marcar respuestas al azar a modo de protesta, en el patio.
Javiera Ríos, por su parte, recalcó que toda esta situación le afectó mucho, porque la fecha de la prueba ya se había corrido tres veces y estaba muy ansiosa.
"Anoche no me pude quedar ni dormida por todo lo que significa para mí y por eso me levanté más temprano para cumplir. Me preparé un año y medio en un preuniversitario porque quiero ser alguien en la vida, entonces da pena que no haya podido darla después de haberme sacado tanto la cresta", expresó.
Mabel Aguilera junto a otras apoderadas le pidió al Gobierno que se responsabilizara por lo sucedido y entre lágrimas, afirmó: "Soy mamá soltera, gano el mínimo y el sábado estaba orgullosa de que mi hija, que tiene excelencia académica y salió con un 6.9 de cuarto medio, pudiera seguir creciendo. Yo espero que el Gobierno actúe, porque cuando tenía 13 años estudié en este liceo y no tuve la misma oportunidad que ahora puede tener ella".
Los apoderados se quedaron a la espera de una respuesta por parte del Demre hasta pasadas las 11.30 horas. Los responsables de los desmanes, en tanto, se quedaron deambulando por la plaza de 4 Norte, con intenciones de seguir el boicot con la prueba de la tarde. Sin embargo, eso no sucedió, porque también fue suspendida.
Respecto de la presencia policial, en el lugar solo hubo cuatro carabineros que ingresaron al establecimiento viñamarino luego de que los alumnos y apoderados fueran desalojados por profesores y monitores del Demre. Posteriormente se ubicaron en una esquina, haciendo labores de vigilancia a la distancia.
Versión policial
Ante la consulta respecto de la poca presencia evidente de Carabineros, fuentes policiales sostuvieron que sí hubo un monitoreo de la situación, pero que se realizó a distancia. Además señalaron que la labor de los uniformados se remite al exterior de los recintos y que no pueden ingresar a los establecimientos sin tener una coordinación previa con el Demre. De igual forma, comentaron que ayer todos los funcionarios se encontraban en sus puestos y con personal disponible en casos de desórdenes en la vía pública.
"Me preparé un año y medio en el preuniversitario porque quiero ser alguien en la vida, entonces da pena".
Javiera Ríos
"Yo quería dar la prueba, siento que mis derechos están siendo violentados. No están siendo respetados ".
Alumna del Liceo Comercial
7 etapas tenía el plan para boicotear la PSU, el cual partía con el reconocimiento de sala del domingo.