La incertidumbre y los nervios marcaron la previa de la PSU
El retraso en dos ocasiones y la amenaza de boicot han generado ansiedad y tensión en los jóvenes que se enfrentan hoy a dar la prueba que los llevará a la universidad. Varios padres acompañaron a sus hijos en esta importante etapa.
B. Velásquez y É. Rojas - La Estrella de Valparaíso
La duda por lo que va a pasar esta jornada reinaba ayer entre los jóvenes que se acercaron a los distintos establecimientos educacionales designados como locales de rendición de la PSU 2019, donde reconocieron la sala que les tocó para afrontar la prueba que los llevará a su vida universitaria.
A la normal sensación de nervios, este año se sumó la incertidumbre. Primero, debido al aplazamiento en dos oportunidades de la prueba con motivo de las protestas derivadas del estallido social y, segundo, por la amenaza de boicot del examen que ha hecho la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces).
Sobrecarga extra
Francisca Durán del colegio Saint Paul de Viña del Mar rendirá la prueba en el liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso, una de las seis sedes de la PSU en la ciudad puerto. La joven contó que se preparó en dos preuniversitarios: uno tradicional para Lenguaje y Ciencias y con una profesora particular en Matemáticas, pues quiere estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad Santa María.
"La verdad, a mí lo que me tiene cansada es la incertidumbre de darla o no darla. El hecho que me vayan a funar a mí mañana (hoy) me molesta porque capaz que esté a la mitad de la prueba y ¿qué va a pasar? ¿volver a darla el lunes 13? Me tiene chata eso. Sinceramente creo que me hubiese ido mejor en la primera fecha, ahora te llega una sobrecarga, más sabiendo que vas a entrar en abril para salir ¿cuándo? ¿en enero del otro año?".
Junto a Francisca llegó Antonia Herrera del colegio Alborada de Curauma. Ella quiere estudiar Pedagogía en Biología y aseguró sentirse "con cero nerviosismo, estoy demasiado tranquila porque siento que es un trámite más y confío en que 12 años de colegio hayan servido para algo".
Sin embargo, Antonia reconoció que la situación actual "igual me da cierta incertidumbre no saber qué va a pasar mañana (hoy) porque nos hemos preparado todo el año y es raro todavía estar sin saber lo que va a ocurrir. Apoyo todo lo que está pasando porque creo que en sí la PSU es un método que habría que cambiar, hay que buscar una alternativa, pero de todas formas el no saber qué va a pasar genera incertidumbre", dijo la joven.
En el liceo porteño, la presencia de padres también fue notoria. Yasna Gassiot, madre de un joven que quiere estudiar medicina contó que "él ha estado súper nervioso y ojalá que mañana (hoy) no pase nada, es una preocupación para ellos y para nosotros como papás. El retraso de la fecha ya los complicó así que por eso lo acompañé hoy (ayer) y mañana (hoy) lo quiere acompañar el papá, por si acaso", contó la madre.
Recomendaciones
Algunas de las recomendaciones entregadas por el sicólogo de la Corporación Municipal de Viña del Mar, Juan Fritis Carbone, dicen relación con que los jóvenes y sus familias directas comprendan que esta es una prueba que equivale a una carrera larga, por tanto, se debe ir mesurando la energía y el tiempo, además de reconocer lo que aprendió, y si hay cosas que no se saben no desesperarse.
"Desde la mirada de los hábitos, es bueno descansar antes de la rendición de la prueba. Estar con la familia, relajado y distendido. Se recomienda no estudiar hasta muy encima. El mismo día de la prueba tomar un desayuno ligero, pero comer algo para que los índices de glicemia se mantengan estables, y poder hacer funcionar el cerebro porque se produce un desgaste", explicó el profesional.
Agregó que "en lo práctico: preocuparse de cómo se irá vestido, pues lo recomendable es ropa cómoda y pensar que podría hacer calor. Mantenerse hidratado, pues la deshidratación puede causar mareos y estado de confusión. Masticar chicle durante la rendición de la prueba es recomendable para mantener el cerebro activo".
Respecto a los padres y apoderados de los jóvenes, el sicólogo recomendó que ellos deben dar toda la confianza a los hijos. Que no los saturen y que conversen con ellos después de la prueba. Que es una medición que se puede dar de nuevo.