Voluntarios levantan el cerro Rocuant después de la tragedia
Donaciones, atención médica y juegos para los niños han llegado hasta los afectados. Incluso hay casas prácticamente construidas por organizaciones sin fines de lucro.
El incendio fue feroz, y sus consecuencias, abrumadoras. No obstante eso, los ánimos en el cerro Rocuant eran alegres y entusiastas, potenciados por la impresionante cantidad de ayuda que ha llegado hasta la zona afectada.
Las contribuciones variaron entre distintas áreas: la salud, la alimentación, la entretención, y por su puesto, la reconstrucción. Del mismo modo, había organismos oficiales, ONG's y grupos particulares de porteños que se organizaron para entregar algo de alivio a las personas afectadas.
En el jardín infantil Rayen se ofrecían atenciones oftalmológicas para damnificados que se lastimaron al remover escombros, y a aquellos que perdieron sus anteojos ópticos en el fuego.
"Esta es una iniciativa para apoyar a las personas que están viviendo tanto dolor luego de que se quemaron sus casas y sus recuerdos", señaló Patricio Mesa, vicepresidente nacional del Colegio Médico.
Respecto de los servicios, detalló que se están atendiendo urgencias de pacientes con irritación ocular y cuerpos extraños producto del humo y las partículas en suspensión. Además, se están evaluando a las personas que perdieron sus lentes ópticos, a quienes se les entregarán lentes nuevos el martes.
Un ejemplo de aquello es don Ramón Estay, quien perdió su casa en la parte alta de Rocuant, y junto con ello, sus dos lentes, para ver de cerca y de lejos.
"No veo mucho, perdí todo, incluso me duelen los ojos cuando esfuerzo la vista", cuenta.
Reconstrucción
Entremedio de los terrenos donde se limpiaban los escombros quemados, contrastaba una casa que ya está prácticamente terminada, con la mayor parte de su estructura ya levantada.
Se trataba de la obra benéfica de la ONG "El mejor cambio de tu vida", que llegó al lugar a reconstruir casas para las víctimas del incendio, con la labor de más de 50 voluntarios que vinieron desde Santiago.
"Vinimos con ayuda más concreta, comenzamos con dos viviendas este fin de semana, pero nuestra meta es poder reconstruir este pasaje, que son como 12 casas las que se consumieron", explica Jairo Valdés, representante de la ONG capitalina.
Se trata de casas prefabricadas que van desde los 36 a los 42 metros cuadrados, según el tamaño de las familias, que se arman con materiales donados. "La idea es poder ayudar a todas las familias que sea posible", afirma Jairo Valdés.
En el mismo pasaje , las vecinas vitoreaban por un joven, al que apodaban "Toreto" por su diestro manejo de la mini excavadora que utilizaba para despejar los caminos.
Se llama Daniel Letelier, nacido en el puerto, pero que ahora vive lejos de su ciudad natal. Apenas supo de la tragedia, no dudó en venir a ayudar.
"Llevo cuatro días acá, estaba la embarrada, y hemos ido avanzando de a poco a poco. Cuando termino, dejo la máquina encargada en una casa, con un colega; y me voy a dormir a Villa Alemana. Descanso y me vengo, a las siete ya estoy acá", relata.
Para los niños
Al caminar de casa en casa, es común encontrarse con versiones locales de Baila Pikachu, el Dinosaurio y Pare Man; corpóreos que subieron a entretener a los más pequeños.
Junto con eso, la ONG Sonrisas de Hospital organizó una completada y entregó regalos de navidad.
"Llegamos a las 09.00 de la mañana y le trajimos completos, bebida, agua, y algo de mercadería, además de regalos porque hay niños acá que no tuvieron Navidad. Todo esto es con donaciones y ayudas de gente solidaria que ayuda en el anonimato", señaló Sergio Rodríguez.