Dos meses han pasado desde aquel 18 de octubre donde la violencia se tomó las calles de nuestro país, incluidas las del alicaído puerto de Valparaíso. Se hace necesario reflexionar sobre las supuestas conquistas que esta revuelta ha logrado.
La Cámara Nacional de Comercio reveló que las ventas en Valparaíso cayeron 17,2% en octubre, lo que implica su peor resultado desde que se realiza la muestra. Ello se manifiesta en desempleo masivo, locales destruidos y sueños arrebatados. Ilusiones sepultadas por un Alcalde ausente que, en vez de preocuparse por los problemas de los porteños, ha preferido abandonarlos y sumergirse en peleas elitistas con todo aquel que ose en contradecirle, sin discriminar color político.
Un conflicto que poco ha logrado y un edil que al pueblo ha abandonado. Una vez más, la Joya del Pacífico es víctima de la violencia revolucionaria la cual, en su camino, nada bueno ha dejado tras su paso.
Una fallida COP 25
Como irresponsable y débil ha sido tildado el liderazgo de Chile como líder de la COP25, al no haber logrado acuerdo respecto de los mercados mundiales de carbono, debiendo el mundo esperar un año más hasta la próxima convención en Escocia para deliberar sobre este crucial aspecto, mientras una ansiosa ministra Schmidt anunciaba que debía correr al aeropuerto sugiriendo terminar las negociaciones vía email causando la protesta inmediata del plenario.
Hace un año, la misma ministra anunciaba el gran ejemplo de Chile para el mundo, jactándose del desarrollo sustentable y cuidado medio ambiental, señalando que nuestro país le demostraría al mundo lo que somos capaces; y claro que el gobierno demostró algo: un liderazgo ineficaz.
¿Desde cuándo Chile podía dar cátedra al mundo sobre cuidado medio ambiental mientras las centrales termoeléctricas a carbón seguirán funcionando hasta el 2040 y los habitantes de las zonas de Quintero, Puchuncaví, Tocopilla, Mejillones y Huasco continúan sobreviviendo con la presencia de químicos en el aire?
Ya es hora de que este gobierno reflexione con humildad y sea consecuente y consistente respecto de su discurso que, sumado a la actual coyuntura social, continúa dañando en forma empírica la imagen de nuestro país por el mundo.
Nicolás Martins
Fundación Para el Progreso
Patricio Torres Luque,
Académico de la Escuela de Comercio Internacional UTEM.