Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso
Entre todo lo que ha provocado este obligado receso del fútbol profesional, los jugadores de Unión La Calera, por ejemplo, ya se sienten como en casa cuando visitan el Centro Deportivo de Everton, pues para no perder la forma futbolística, ruleteros y caleranos han jugado más de una vez partidos de entrenamiento durante estas semanas.
Sin embargo, no todos los equipos tienen las mismas facilidades para salir de la rutina e interactuar con sus pares de otros clubes. Los planteles de instituciones de zonas más apartadas del país no tienen equipos a la mano para jugar, y por lo mismo, les ha costado más sobrellevar la paralización de la competencia.
Así lo revela el psicólogo deportivo Rodrigo Cauas, quien actualmente presta servicios en Cobresal. "En este club, para los jugadores ha sido muy complicado lidiar con el tedio de estar en El Salvador, y sin viajar semana por medio a los partidos de visita. Y estar en ese pueblo, donde hay un solo cine y un solo supermercado, no ha sido fácil. Es más, cuando se retome el campeonato, Cobresal recibe a Unión Española (el viernes), o sea, otra semana pegados en el mineral", lamenta el profesional que trabajó antes con Miguel Ramírez en San Luis.
Quieren jugar
En su interacción habitual con los futbolistas, Cauas ha recogido el sentir de estos deportistas que no han podido competir, y que sienten que el hacerlo no está en sus manos, ya que "a diferencia de otras veces que ha parado el fútbol, los jugadores sienten que ahora no depende de ellos si no que de otros, y eso es es un problema para la cabeza".
El colaborador del cuerpo técnico que lidera Gustavo Huerta, asegura que "la mayoría de los jugadores quiere jugar", a pesar de que son apuntados con el dedo por muchos barristas, que creen que si vuelven a jugar, estarán contribuyendo a acallar las demandas sociales. "Casi todos los futbolistas entienden el conflicto social, pero el fútbol, al ser una actividad más cercana al espectáculo, genera empleo para otras personas que tienen al fútbol como fuente de ingresos", dice.
El psicólogo concluye que lo aproblema a los futbolistas "es que en general, todos funcionamos con la idea de cerrar los procesos en nuestra vida, como en la parte personal o en el ámbito afectivo. Entonces los jugadores desean cerrar de buena forma el torneo, prefieren que el torneo se termine en cancha, como corresponde, aunque se alarguen las fechas".
Los técnicos
Mientras todos esperan que el campeonato se reinicie, son los entrenadores de cada equipo los que deben velar por tener a sus dirigidos listos. Gastón Coyette en Unión La Calera señala que "uno es un trabajador de esto y quiere hacer su trabajo lo mejor posible, pero no nos escapamos de la situación que vive el país, entonces, si todo se soluciona y marcha por los carriles normales, sería bueno empezar ya la actividad".
Su par de Everton, Javier Torrente, celebró que "por suerte no tenemos más jugadores lesionados y podemos trabajar en poner bien a los que estaban con problemas de antes. Cerrar el campeonato con todos los jugadores aptos será algo muy bueno". Mientras, el DT de San Luis, José María Martínez, defiende el derecho de trabajar, y afirma que "los jugadores quedaron en el medio del conflicto, se cree que si juegan taparán la lucha social, pero no es así, ellos en realidad apoyan las demandas de la gente".