Erika Rojas Salazar
Es uno de los nombres del momento y eso la gente lo sabe. Sus comentarios y reflexiones en medios y redes sociales acerca de los alcances de la actual Constitución y la posibilidad de crear una nueva Carta Magna han concitado gran interés en las últimas semanas. Es por eso que ayer, en el Liceo Pedro Montt del cerro Alegre, además de sentarse a conversar sobre el Chile del futuro, la charla del abogado constitucionalista y académico Jaime Bassa acaparó la atención de más de un millar de vecinos, reunidos en el Sector 5 de Valparaíso (Monjas, Mariposa, Florida, Bellavista, Yungay, San Juan de Dios, La Loma, Jiménez, Cárcel, Miraflores, Alegre y Concepción), aunque en general hubo participación masiva de los porteños.
Conocido popularmente por el episodio de la corbata de julio del 2018, cuando fue interpelado por dos diputados por no asistir con la prenda formal a una comisión parlamentaria, el abogado titulado de la U. Católica, doctor en Derecho de la U. de Barcelona, magíster en Derecho de la U. de Chile y magíster en Filosofía de la U. de Valparaíso es uno de los más solicitados por los medios y agrupaciones sociales para explicar los alcances de una asamblea constituyente y opinar sobre el momento clave que vive la sociedad chilena.
Más que leyes
Ante ciudadanos ávidos de conocimientos nuevos y un marcado fervor por hacer cambios profundos en el país, el salón del Liceo Pedro Montt se hizo estrecho para la convocatoria territorial y fue el patio central el escenario utilizado para debatir sobre la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente y trazar los lineamientos clave para una nueva Constitución.
"Hay que darse cuenta que una nueva Constitución no es solamente una nueva norma jurídica, sino una nueva forma de relacionarnos entre nosotras y nosotros. Mientras nuestras prácticas cotidianas y nuestra vida siga siendo neoliberal, la constitución lo seguirá siendo. Lo básico es pensar nuestras vidas superando las dimensiones de abuso estructural que están marcadas por el neoliberalismo, por el patriarcado, por la opresión a los pueblos originarios, entre otros", comentó Bassa, quien sostuvo que "lo que está ocurriendo no es un problema de la clase política, sino ciudadano. El desafío es no pensar en lo constituyente solo como cambiar la constitución. No es en la dimensión institucional donde se resuelve el problema, sino en la dimensión personal, donde estamos los protagonistas del sistema político", analizó el abogado.
Los términos técnicos
"Lo primero es hacer una ley que autorice el plebiscito, ya sea una reforma constitucional u otro equivalente, pero tener el instrumento jurídico para que se convoque a un plebiscito lo antes posible", explicó el académico, quien enfatizó que tras el plebiscito, ojalá a realizarse durante el mandato de Sebastián Piñera, se debería proseguir con una asamblea constituyente para así tener una nueva carta magna, la cual debería ser sometida a referéndum.
-¿Cuáles son los pasos para llegar a un plebiscito?
-Primero es mantener el estado de movilización política y social. Luego conseguir que los mecanismos jurídicos sean aprobados, de modo tal que la Constitución pueda ser reformada para que el Presidente o el Congreso Nacional convoque a un plebiscito, ojalá dentro de este gobierno, y así dejarle al próximo la tarea de redactar una nueva Constitución.
-¿Qué es una asamblea constituyente y para qué sirve?
-Es un órgano de representación popular, que tiene integrantes elegidos democráticamente en una elección de carácter nacional cuya única finalidad es redactar una nueva Constitución. Luego esta debe ser aprobada o rechazada y se disuelve.
Las tres etapas
"Lo primero que hay que reformar es al artículo 15 para habilitar al Congreso y/o al Presidente para que pueda convocar a un plebiscito nacional en el que puedan participar quienes se están manifestando en las calles, que es donde está la verdadera potencia constituyente", detalla Bassa.
El abogado resume el proceso político en tres pasos: "El primero es la movilización social a nivel nacional que es donde estamos, ya dimos el primer paso. Hay un mandato claro en la ciudadanía por un nuevo pacto social, una nueva forma de organización del poder en la sociedad, no solamente en el Estado, sino entre nosotros como ciudadanos (...) La segunda etapa es la manifestación formal de esa voluntad, convocando a un plebiscito para que el pueblo manifieste si quiere asamblea constituyente o por último, si quiere una nueva Constitución. Y la tercera tendría que ser una discusión que trascienda a la clase política y al Congreso, donde veamos cuál será la forma en que nos vamos a convocar para tener un nuevo pacto social y ahí podríamos hablar de los mecanismos de la asamblea constituyente. Por ejemplo, cuántos integrantes tendrá, cómo los vamos a elegir, si serán ciudadanos sorteados, etc", cerró Bassa.