Actos de violencia siguen en gran parte de la región
Incendios en municipios, seguidilla de saqueos y asaltos a conductores no paran. Intendente regional dijo: "Tenemos los carabineros que tenemos".
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Hace algunos días el intendente regional Jorge Martínez aseguró que se estaba volviendo a la normalidad. Paulatinamente no decretaron toque de queda, sacaron al personal de Fuerzas Armadas de la calle y finalmente levantaron los estados de emergencia, volviendo ambas policías a tomar el control del orden público a contar del lunes.
Sin embargo, los hechos delictuales no paran: entre la tarde del lunes y la madrugada de ayer se registraron "hechos muy violentos, concertados, organizados y en forma simultánea en distintas comunas de la región", dijo Martínez.
En San Felipe se intentó quemar el municipio, se atacó a la Prefectura de Carabineros y hubo cortes de ruta. En Quillota hubo un amago de incendio en un banco, se incendió el patio de Easy y se saqueó Abcdin. En La Calera se saqueó el mall por completo, al igual que el banco Falabella, donde también se intentó abrir la bóveda. En Nogales fueron asaltados vehículos en las barricadas en la ruta 5 Norte y se atacó a la Tenencia. La comuna de Hijuelas sufrió el apedreo de un banco y el intento de destrucción del municipio. Un supermercado fue saqueado en Los Andes, al igual que en Marga Marga, donde además se saqueó la caja Los Andes y un banco.
Desmanes
En la costa, en San Antonio se saqueó una farmacia, atacaron a una bencinera y a la Inspección del Trabajo, quemaron casetas del Estadio Municipal, destruyeron la mayoría de los semáforos y se atacó a la Gobernación. En Valparaíso hubo disturbios entre las 14.00 y las 24.00 horas, nuevamente se intentó saquear la catedral, bencineras y supermercados. En Quintero quemaron la sucursal de Chilquinta y dos locales más.
Asimismo, según Martínez el apedreo a 30 buses fue para "amedrentar y para que no hubiese trabajo ni funcionamiento en los colegios". Agregó que "alambres de púas y miguelitos" han sido encontrados en las calles para "impedir el tránsito de vehículos policiales", los que también han sido atacados "con bombas molotov", al igual que "edificios públicos y personal de a pie de Carabineros".
Ante el cuestionamiento de la falta de contingente policial en la región, Martínez dijo que "tenemos los carabineros que tenemos", no respondiendo si se evalúa traer más funcionarios o no.
Pocas preguntas
Y esa ha sido la tónica de la autoridad regional tras los balances hechos estos días: acepta pocas preguntas y se retira, a lo que se suma que ninguno de los jefes regionales de las policías (Carabineros y PDI) ha dado declaraciones de los distintos hechos que han sucedido, muchos de ellos cuestionados en su legalidad.
Sin embargo, Martínez afirmó que en el contexto de las marchas y manifestaciones "la instrucción para las policías -y lo tienen por protocolo- es contener y evitar el uso de la fuerza s0lo hasta que se vulnere o amenace la seguridad de las personas o se comiencen a realizar daños", incluyendo afectaciones a los carabineros.
Agregó que "actúan conforme al estado de derecho y sus protocolos. Si alguien pretende que vuelvan las Fuerzas Armadas, que se actúe con mayor firmeza, vamos a actuar conforme a la ley y respetando los derechos humanos", aseguró Martínez.
Continuó explicando que quienes provocan desmanes "han partido de marchas no autorizadas. Ha terminado el estado de excepción constitucional y las marchas necesitan de autorización para coordinar sus trazados para darle seguridad a la población".
En ese sentido, aseguró que lar marchas no autorizadas que "han terminado en actos de violencia, buscan el desgaste en las fuerzas policiales".