Supermercados "a full", con turnos de entrada y horario restringido
Muchos porteños decidieron acudir a bodegas y locales más pequeños para hacer sus compras. Bancos no funcionaron ayer.
Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso
Largas filas de personas se ubicaban fuera de varios locales de menestras y venta a granel ubicados en los alrededores del Mercado Cardonal.
La preocupación por el cierre de los supermercados y un eventual desabastecimiento, aunque en rigor no existe falta de productos básicos, llevó a muchos porteños a simplemente dirigirse al comercio minorista, que en su mayoría abrió sus puertas ayer.
Mientras muchos hacían sus compras al por mayor, enfrentando gigantescas colas en los supermercados que abrieron durante la mañana, un grupo importante de personas buscaba abastecerse de arroz, azúcar y avena a granel para tener a resguardo. También panaderías y carnicerías locales recibieron numeroso público desde temprano.
Supermercados
Sin duda los supermercados de la zona fueron los que recibieron público en mayor cantidad. Prácticamente todos funcionarios con turnos de entrada -hasta quince personas- para evitar atochamientos, lo que significó largas colas. Muchos además contaron con custodia de personal uniformado. La mayoría, además, cerró tempranamente, para evitar eventuales saqueos.
En el supermercado Santa Isabel de avenida Brasil los trabajadores entregaron mascarillas a los clientes que hacían una larga fila para poder entrar. "Está todo controlado, no vamos a abrir por completo. Estamos autorizando la entrada por grupos y que compren unos diez productos solo para consumo familiar. La idea es que todos puedan comprar porque vamos a cerrar temprano. En estos momentos estamos viendo los locales afectados para que podamos abastecernos de ellos, pero solo los productos básicos", informó Cristián Toro, gerente del local.
Sin embargo, por la tarde este local sufrió el saqueo de sus productos.
A pesar de las filas, había resignación en los clientes, quienes esperaron pacientemente su turno de entrar.
"Bajé al supermercado porque me quedaban pocas cosas, la idea es asegurarse con algo porque creo que esto va a seguir. Que quemen los supermercados lo encuentro súper malo, porque es una presión que nos están haciendo para que no pidamos el fin de las Afps o mejoras en la educación y la salud", afirma Jessica Otárola.
"Me demoré unos 25 minutos en la caja, mientras iban anunciando que solo nos podíamos llevar productos de consumo familiar, así que llevo arroz, aceite, azúcar, harina para el pan y atún, cosas que son más perecibles", afirmó Miguel Altamirano.
El supermercado Provimarket de Chacabuco tenía una fila de clientes que daba la vuelta de la cuadra. Entraban de a 30 personas y muchos ya superaban las tres horas de espera.
"Se me acabaron las cosas y acá estoy, jamás pensé que llegaríamos a esto", comenta Georgina Espinoza. "Muchas familias se tuvieron que repartir para hacer filas en distintos locales y así poder comprar todo lo necesario", contó Jennifer Vega.
en viña y concón
Los grandes hipermercados de Viña, Concón y Villa Alemana se vieron saturados de público desde temprano. En todos se aplicó entrada por turnos, de a grupos limitados de personas.
La situación más compleja se vivió en el Jumbo de Viña del Mar (1 Norte), donde un falso aviso de bomba obligó a evacuar el supermercado que a esa hora estaba repleto. Muchos dejaron sus carros abandonados y no faltaron los que salieron sin pagar. El local cerró sus puertas después del incidente.
Servicios
El Servipag de calle Prat tuvo que cerrar antes del mediodía de ayer debido a la gran cantidad de personas que llegaron a realizar sus trámites. "Estuve dos horas esperando en la fila y al final no me depositaron el dinero", comentó molesto Manuel Vergara.
Mientras más personas seguían llegan al local, el guardia cerraba las puertas aduciendo que ya tenía 300 personas esperando en su interior y que abriría nuevamente hoy.
En el mismo sector bancario, solo el Banco Itaú atendió de manera parcial, mientras que el resto de las sucursales bancarias mantuvieron sus puertas cerradas hasta nuevo aviso.