Manuel Gómez Poblete

Lo de ayer en Alicante, España, bien pudo llegar a convertirse en todo un papelón para el seleccionado chileno de fútbol. Y es que en un pleito de fuerzas... no muy parejas, la "Roja" de Rueda salió al fin de perdedores (hace 7 partidos que no se ganaba) pero salvó apenas el honor, al vencer -casi pidiendo la hora- a una discretísima Selección de Guinea, por 3 a 2.

Y es que de no ser por un doble tapadón del golero Claudio Bravo ante Soumah a los 92' de juego, el elenco de Chile -que mostró muy poco- bien pudo quedarse con un empate en un juego en donde hasta el minuto 63, caía por la cuenta mínima.

Lo preocupante, el bajo nivel de los que deberían asumir el recambio de una "generación dorada" que mal acostumbró a los hinchas a otra cosa...a imponer sus términos en base a someter a los rivales, mostrando múltiples variantes ofensivas. De aquello, ayer hubo muy poco. Y eso que el rival era tan desconocido como limitado en sus recursos, lo que a todas luces no fue bien aprovechado por quienes, se supone, están luchando por una oportunidad en la Selección.

De reacción

Pese a dominar -casi a voluntad- las acciones en el primer tiempo, Chile no supo vulnerar la resistencia del golero Aly Keita y, por el contrario, se fue en desventaja al entretiempo luego de que Ibrahima Conté, en la única aproximación de los africanos en la primera mitad, superó la resistencia de Bravo con un derechazo ajustado al segundo palo.

Tras el descanso y con un recambio en los laterales (ingresaron Miiko Albornoz y el "Torta" Opazo) Chile mejoró en algo su volumen ofensivo, lo que le valió para marcar tres veces en apenas 10 minutos, merced a las conquistas de Meneses, Mora y Vidal, desde los 12 pasos. El posterior descuento de Ibrahima Camara (79') terminó por envalentonar a una Guinea que de haberse atrevido más... bien pudo haber conseguido un resultado histórico (para ellos) ante uno de los últimos campeones de América.

Recalcando que en la calle los hinchas le piden que "aguante" y que "tenga paciencia" en relación a las críticas del medio periodístico (sic) e insistiendo además en que el recambio es éste ("no hay más jugadores", agrega) y que no se puede vivir de los recuerdos de una cada vez más lejana "generación dorada", el técnico de la Selección Chilena, Reinaldo Rueda, analizó -casi con fastidio- lo sucedido ayer ante su similar de Guinea en Alicante.

"Guinea es un equipo con excelente biotipo, muy atlético, que te reducen mucho las líneas de pase. Ellos hicieron bien su trabajo con un bloque de espera y la salida rápida. Nos faltó movilidad para descifrar mejor el juego. Después tuvimos una reacción positiva. Hay que seguir exigiendo. Este partido se va a parecer mucho a algunos que vamos a jugar de local en las clasificatorias", explicó el DT, quien luego agregó: "Yo fui muy claro desde el primer día. No iba a ser fácil y ustedes ven que se han ido quedando en el camino hombres importantes de un equipo que estaba automatizado. Muchos jóvenes no habían tenido la oportunidad y la responsabilidad de aparecer", afirmó. "Viven viviendo del pasado, de algo que fue, pero que ya no es. No hay que vivir del recuerdo. Saber que es importante respetar la historia, pero que tenemos una generación diferente", agregó.

Y en relación al desgaste que le podrían generar las críticas, el cafetalero fue enfático: "No estoy cansado. Yo voy a perseverar. A mí me trajo el fútbol acá y si me tengo que ir por el fútbol, me iré tranquilo".