Fabián San Martín D.
Un cinematográfico y millonario atraco se registró en Valparaíso.
Cerca de las 20.45 horas del miércoles personal de carabineros de la Tenencia O'Higgins fue alertado de un robo con intimidación en la calle Thomas Kingston del Barrio O'Higgins, conocida popularmente como El Cajón.
En el lugar los uniformados se encontraron con un utilitario SUV y sus dos ocupantes en estado de shock. Se trataba del conductor J.A.M.L., de 56 años, y su esposa J.F., de 57. El matrimonio es propietario de la conocida joyería "J&J" ubicada en calle O'Higgins, frente a la Intendencia Regional.
Relataron que al término de su jornada laboral, y como se ha vuelto una rutina casi diaria, guardaron las joyas de su establecimiento en dos coolers que subieron al portamaletas para llevarlas a su hogar. Lo hacían por temor a que robaran su negocio. Tras recoger a un familiar cerca de plaza Victoria y llevarlo hasta su domicilio, el matrimonio siguió en trayecto hacia su residencia en Placilla.
Cuando se hallaban en la calle Kingston, a metros de enlazar con la Ruta 68, fueron interceptados por dos vehículos. Por delante una camioneta color plata y por detrás un Hyundai Accent blanco.
Descendieron de los motorizados cerca de 7 sujetos a rostro cubierto, los que al parecer portaban armas de fuego. Uno con una herramienta, se estima una llave inglesa, quebró el vidrio del chofer, a quien obligó a mirar al suelo.
Tras abrir el portamaletas sustrajeron los coolers y escaparon a toda velocidad por la Ruta 68. No los hirieron ni sustrajeron especies personales, solamente las joyas que consistían en aros, anillos, collares, relojes y otras alhajas de oro blanco y amarillo, junto con otros metales preciosos, avaluados en $20 millones.
La SIP de la Tercera Comisaría Norte y personal del OS-9, efectuaron pesquisas para identificar a los antisociales, que operaron claramente "dateados" sobre la rutina de transporte diario de las joyas de los comerciantes, que ayer abrieron su negocio con menor mercadería en las vitrinas.
Aún impactados los afectados declinaron referirse al hecho. Se supo que no hay seguros comprometidos.