Como ya se está haciendo costumbre, el Presidente de la República dio a conocer una Política Nacional de Medicamentos que no es otra cosa que un grupo de iniciativas, muchas de ellas ya en curso hace años, otras en calidad de pilotos y otras que nada tienen que ver con medicamentos, sino con el funcionamiento de la red asistencial, como aquellas asociadas a adultos mayores, muy bienvenidas por cierto.
En lo concreto, uno de los mayores anuncios es ni más ni menos que hacer cumplir la ley: esto es, que las farmacias dispongan de bioequivalentes. Mediante sendas fiscalizaciones del Instituto de Salud Pública se vigilará que se cumpla la ley. Solo eso.
Cierto es que la disponibilidad de medicamentos genéricos es de vital importancia para la población, pues si bien el precio de estos es mucho más bajo, su disponibilidad es escasa en las farmacias de cadena, quienes concentran cerca del 90% de las ventas, quedando relegados estos medicamentos a las farmacias independientes.
Pero el real problema de acceso se encuentra en un rango de medicamentos que no tienen en su mayoría, una alternativa genérica, y cuyos precios en Chile, superan con creces a los de países altamente desarrollados. Para este segmento la apuesta del gobierno es la importación directa de todo tipo de medicamentos, incluso por Amazon. Un "sálvese quien pueda" on line.
Patricio Novoa Valle