"Trata un tema que nadie quiere retratar, que es feo y que duele"
La actriz protagoniza la película de Pablo Larraín que se estrena hoy. Una cinta sobre una pareja que se arrepiente de una adopción.
Carolina Collins
Cuando la invitaron a ser parte del octavo largometraje de Pablo Larraín, "Ema", Mariana di Girolamo no sabía que la película llevaría el nombre de su personaje. Fue algo que descubrió ya iniciado el rodaje y que la sorprendió.
"Pablo (Larraín) no cuenta mucho, ni siquiera tenía un nombre previamente. Era una película que hablaba de una mujer libre y me iba a tener que cortar el pelo y esas eran las directrices que tenía", cuenta la actriz de 28 años.
Ambientada en Valparaíso, la película sigue a Ema, una bailarina de danza contemporánea que junto a su marido coreógrafo, interpretado por el mexicano Gael García Bernal, se enfrenta a las consecuencias de haber decidido devolver al niño que habían adoptado.
"Es algo que pasa en nuestro país, cerca del 2% de los niños son devueltos. Es un tema que nadie quiere retratar, que es como el lado feo de las adopciones, las adopciones fallidas y la idea es un poquito retratar eso, pero no es una película que pretenda dar un mensaje al respecto ni reivindicar nada. Es como poner en carne algo que sucede, que es real y que es feo y que duele", comenta.
Tras un comentado paso por festivales internacionales como Venecia -donde tuvo su estreno mundial-, Toronto y San Sebastián, "Ema" llega hoy a los cines nacionales. "Estoy ansiosa y creo que ya llegó la hora de estrenar la película en Chile y ver cómo la va a recibir la gente acá", dijo la actriz. "Es una película que no ha dejado a nadie indiferente", agregó sobre el periplo por el extranjero en el que ha tenido que ser vocera de una historia difícil, que toca temas como la maternidad, el feminismo y la libertad del cuerpo, un tópico que se ve representado por el reggaetón.
¿Cómo fue trabajar con Gael García Bernal?
Estaba nerviosa igual, se lo comenté a todo el mundo. Y Gael quiso conocerme antes y yo decía: "Pablo por favor no", y él me decía: "Tienes que entender también, él viene a coprotagonizar una película con una chica que no conoce". Y ahí nos juntamos a comer y compartimos opiniones de cualquier cosa, que fue súper bueno para romper el hielo. Me pareció una persona sumamente amorosa, sencilla, muy generoso. Y aprendí mucho de su gozo, porque yo estaba muy nerviosa. Siento en él como un apoyo.
Tu personaje se lleva la mayor parte de la carga emocional ¿qué sientes por Ema?
Fue un trabajo que requirió de mucha concentración, harta comunicación, tanto con el director como con el equipo en general. No trabajamos con un guión que nos hayan entregado con mucha anticipación, entonces eso fue lo primordial. Ema es una artista versátil, que baila, entonces también hubo entrenamientos de baile. Pero fue desafiante también porque era primera vez que me enfrentaba en un rol protagónico y en un formato más tradicional.
El reggaetón es parte de la película ¿cuál es tu relación personal con esa música?
Mi rollo con el reggaetón es que claro, tengo 28, mis primeras fiestas fueron con reggaetón. Fui a escuchar a Wisin y Yandel, Don Omar, Daddy Yankee, yo estaba ahí perreando hasta abajo. Me parece un ritmo electrizante, me gusta lo colectivo que se genera. Nos pasó en San Sebastián que el discurso de Gastón, el personaje de Gael, como en contra del reggaetón, la gente lo aplaudía. Hay una generación que lo aplaude porque les parece un ritmo detestable, pero yo crecí con el reggaetón, creo que no hay que juzgar a las personas por lo que bailan o no.
Pausa a la tv
Casi al mismo tiempo que partió a Venecia para comenzar la promoción de "Ema", Di Girolamo terminó de grabar "Río Oscuro", que Canal 13 aún emite y último proyecto televisivo que, por ahora, tiene en su agenda. La actriz empezará el próximo lunes el rodaje de "La Verónica", una película de Leo Medel.
¿Tienes planeado dejar la TV?
Nunca digo que no voy a hacer algo porque la vida te da muchas sorpresas, yo no quería hacer teleseries e hice "Río Oscuro", y está bien, son los procesos, hay que trabajar. Si tú me preguntas a mí, sí, mi deseo es volcarme de lleno al cine y las series, no voy a dejar de hacer teatro tampoco. Pasa que cuando estás en televisión grabas muchos meses y no te da chance de hacer otras cosas. Desearía que eso no me pasara, si me sale un proyecto interesante no quisiera estar amarrada siete, ocho meses, un año y medio a un proyecto, como fue en "Perdona nuestros pecados". Entonces quizás me voy a entregar a una vida que es un poquito más independiente, inestable quizás, pero estoy dispuesta a correr el riesgo.