La Ligua busca en el mar una solución para la grave sequía
La planta desalinizadora permite entregar agua potable de manera gratuita a un importante sector de la comuna.
Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso
Hace mucho tiempo que la sequía dejó de ser un simple fenómeno climático en La Ligua. El alcalde de la comuna, Rodrigo Sánchez, asegura que llevan casi una década luchando contra la escasez hídrica.
El Gobierno ha emitido una larga lista de decretos de emergencia y catástrofe para ir en ayuda del sector, pero solo han sido una solución rápida para un problema que ahora es estructural.
El edil afirma que en la comuna un 60% de los animales han muerto por la falta de alimento y que las familias han perdido entre un 60% y un 70% de su capital por culpa de la sequía. Incluso han viajado a Curicó a buscar forraje para los animales.
Planta
Con la situación tan crítica en La Ligua, empezaron a barajar distintas opciones que estuvieran al alcance del gobierno local.
"La cordillera de la costa es muy baja, por lo tanto no acumula nieve y la isoterma está por sobre los 2.500 metros de altura, entonces no hay deshielos en verano. Decidimos entonces mirar hacia nuestro mar, porque tenemos un litoral bastante grande y que podemos utilizar para nuestro desarrollo", explica el alcalde.
Así nació la idea de instalar una planta desalinizadora en el sector de La Ballena, entre Pichicuy y Los Molles. El pozo del lugar que abastecía el sistema de agua potable rural (APR) se había secado, por lo que necesitaban urgentemente una solución.
En el gobierno de Michelle Bachelet fue aprobada la construcción de esta planta modular que extrae a diario 30 mil litros cúbicos de agua salada y que la transforma en agua potable. De esta manera han podido ayudar a este sector y hasta sacaron un nuevo producto: el "agua popular", que es distribuída de manera gratuita en el formato de botellas de 330cc.
"El proyecto aún está en marcha blanca, pero más adelante al agua popular solo se le agregarán los costos operacionales", explica Sánchez.
El proyecto es aún más ambicioso. En la primera semana de octubre se inagurará una segunda planta, con una capacidad mayor de 100 mil litros cúbicos. Ambas plantas permitirán ampliar la cantidad de agua a extraer.
"Queremos ir escalando en el proyecto para ir satisfaciendo las necesidades de la zona, pero también desarrollar una alternativa que permita abastecer y resolver estructuralmente toda la necesidad hídrica que tiene los sistemas de agua potable rural que son 34 en la comuna", dice Sánchez.
Energía
La planta se abastece de energía eléctrica, lo que representa un 70% de los costos operacionales por el metro cúbico.
"Estamos trabajando en desarrollar proyectos de energía renovable no convencionales, ya sea por biogestion, gasificación e incluso tenemos un proyecto undimotriz, que es sacar energía de las olas para así bajar los costos. Todos estan en la etapa piloto, pero los más avanzados son el de biogestión que busca producir gas metano a través de los residuos orgánicos y el otro de gasificación. Los dos los estamos trabajando con universidades", explica el edil.
La misma operación de la planta significó un proceso de capacitación de sus operadores por parte de expertos de la Universidad de Santiago e incluso visitas a Alemania y España para interiorizarse sobre cómo lo hacen los países líderes en esta tecnología: Alemania y España.
"Sabemos que la planta desalinizadora no es la varita mágica, pero otros proyectos, como los embalses, necesitan plazos más largos y la situación es tan crítica que necesitamos soluciones hoy".
Paltas
Además de la planta, existen otros proyectos, como desarrollar tecnologías para mejorar el riego de los cultivos como la hidroponía, que permite ahorrar un 50% de agua. Se han realizado capacitaciones a agricultores para que puedan gestionar mejor sus cultivos.
Sin embargo, en la zona se siguen desarrollando cultivos que requieren de mucho riego, como es el caso de las paltas, situación que preocupa al edil. "No decimos que hay que arrancar todos los paltos, pero que no sigan plantando en zonas que no son aptas para este cultivo. Tenemos mucho que hablar con los palteros, ya que siguen haciendo sus plantaciones y dañando el ecosistema", señaló Sánchez.