Manuel Gómez Poblete

Pésimas noticias generó ayer la práctica de fútbol realizada por Everton en el Estadio Sausalito. Y es que si bien, desde el club no se informó, ni se ratificó nada (hasta la tarde de ayer al menos), lo cierto es que lo que comenzó como un rumor (se hablaba de una grave lesión que afectaría a Juan Ezequiel Cuevas), terminó por confirmarse a través de una serie de fuentes informales, lo que finalmente fue ratificado -cuando la noticia ya era vox populi, alrededor de las 16.30 horas de ayer- por un escueto parte médico que indicaba, textualmente, que "tras los resultados de los exámenes médicos realizados, el jugador de nuestra institución, Juan Cuevas, sufrió en su rodilla izquierda el corte del ligamento cruzado", para finalizar deseando una pronta recuperación al futbolista nacido en Coronel Pringles, Provincia de Buenos Aires, en Argentina.

En efecto, los primeros indicios de que la lesión de Cuevas sería de gravedad, llegaron a través de Instagram, pues su excompañeros de ataque, Óscar Salinas (hoy en Iquique), le entregó palabras de ánimo y aliento al "10" evertoniano. "Amigo, mi amigo querido, siempre contigo, aún en la distancia sigo contigo, todo pasará rápido, saldrás fortalecido porque eres una gran persona, fortaleza, te quiero, Juancuevas10", dice el texto de Salinas.

La lesión

Si el argentino Cuevas se lesionó el sábado jugando ante Coquimbo Unido, resulta extraño que el futbolista no haya pedido el cambio (jugó los 90'). De hecho, y salvo por las molestias físicas propias de un post partido, el futbolista no manifestó problemas, ni en el descanso del domingo, ni en la jornada del lunes. Aquello hasta el martes, cuando en una trancada con un juvenil (en el entrenamiento), terminó de romperse los ligamentos, situación que lo obligará a pasar por el quirófano y será intervenido mañana en la Clínica Meds de la capital.

De este modo, el atacante que llegó desde el Mineros de Zacatecas (para incorporarse al Everton de "Vitamina" Sánchez) se perderá todo lo que resta del campeonato para -en el mejor de los casos- retornar en febrero o marzo del próximo año a los entrenamientos.

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