Nicolás Arancibia Bórquez
Miguel Ramírez está enfrentando su peor racha de resultados desde que asumió en la banca de Santiago Wanderers. El "Cheíto" suma apenas dos victorias en sus últimas 10 presentaciones en todos los torneos, además de acumular cuatro caídas consecutivas entre el torneo y Copa Chile. Producto de ello, los verdes perdieron la chance de ser punteros del torneo, quedando fuera, por ahora, de la zona de liguilla de ascenso.
A pesar de todo lo anterior, el técnico de los porteños le hace el quite al término crisis, argumentando que "si esto fuese una crisis, nuestro equipo no generaría y no jugaría como lo hace. Lamentablemente este era un partido de visita que lo podríamos haber ganado si hubiésemos sido mucho más precisos. Podríamos haber terminado con el partido empatado, porque igualamos en los últimos minutos, pero quisimos ir por el segundo gol, y por querer ganar, lo terminamos perdiendo. Efectivamente duele perder de esta forma, yo creo que fue un buen partido, bien jugado, lo que nos faltó fue la jerarquía para definir y para terminar de buena manera las jugadas".
Para el exadiestrador de San Luis, este ni siquiera es el momento más difícil que ha debido enfrentar en Valparaíso.
"Hemos tenido otros momentos complejos y de mayor dolor, como por ejemplo el partido que perdimos con Cobresal. Para mí, ese fue un mazazo. Ahí no teníamos nada más que hacer, se perdió el partido y se perdió la opción con la que tanto habíamos soñado. Ahora queda tiempo", reconoció Ramírez, basándose además en que "esta es la primera fecha de la segunda rueda, queda tiempo todavía y poner como titular que estamos fuera de la liguilla, es muy prematuro. Se nos viene ahora un partido importante de local, que lógicamente nos va a permitir, con un triunfo, sumar en la tabla de posiciones dependiendo también de qué pase con los demás equipos. Al estar la tabla tan estrecha, lógicamente que cada partido, sobretodo los de local, se hacen fundamentales de ganar".
Con convicción
Más allá, finalmente, de la ausencia de buenos resultados en el último tiempo, el otrora defensor central confirmó tener plena convicción en su trabajo y en poder conseguir el ascenso a fin de año, confesando que "eso es lo que me tiene más tranquilo. Uno sí está molesto cuando pierde, y en la autocrítica tienes que analizar los por qué. Yo estoy convencido de que trabajamos bien, somos un equipo que siempre está tratando, con nuestras características, de entregar lo mejor para poder jugar bien y que sea mucho más factible ganar partidos". J-