Claudia Carvajal R.
Inquietud existe entre los vecinos de los ascensores Villaseca y Monjas porque desde hace varios días que no ven avances en las obras y temen que la anhelada reconstrucción quede a medio terminar, y lo que es peor, botada.
"Yo veo que vienen, ponen una placa y se van. Pero trabajo constante no. No sé qué pasa, porque se supone que debían entregar las obras en estos meses", dice Cristina Rojas, vecina del cerro Monjas.
Efectivamente, este ascensor -cuyos trabajos partieron el 2017- debería ser entregado en septiembre próximo, según anunció en marzo de este año el director de Arquitectura del ministerio, Manuel Pedreros. Pero ahora no hay claridad respecto de fechas.
En el caso del Villaseca, el seremi del ramo, Raúl Fuhrer, informó en abril pasado que se debió ampliar el plazo de entrega a diciembre y ya en esa fecha se debieron inyectar más recursos, los que ascendieron a 370 millones de pesos, los que suman a los 3 mil millones de pesos dispuestos en el proyecto original.
En la parte alta de este ascensor, los residentes lamentan que aún no esté en funciones. Se habían ilusionado. "Es necesario, a pesar de que hace tantos años no funciona, igual se le extraña, porque es un medio de transporte especial para nosotros", comentó José Leiva, adulto mayor de Playa Ancha.
¿liquidan obras?
El consejero regional, Manuel Millones informó que efectivamente por problemas en los diseños de recuperación e imprevistos se necesita una ampliación de obras por el 35 por ciento del presupuesto original y que se está estudiando la posibilidad de liquidar los contratos vigentes o permitir que las mismas empresas terminen los trabajos.
"Sin lugar a dudas que preocupa la situación financiera de los ascensores Villaseca y Monjas y el termino de las obras. "La normativa es rígida y fija máximos en obras extraordinarias y por lo mismo se debe evaluar la fórmula para evitar la paralización de las obras y construir una solución con la Contraloría y de lo contrario se deberían licitar los trabajos extras".
Por su parte, el director de Arquitectura del MOP, Manuel Pedreros, informó que los contratos por la remodelación de ambos funiculares data de 2017 y que a la fecha tienen un 85 y 86 % de avance respectivamente.
"Como ministerio de Obras Públicas nos encontramos tramitando y analizando una serie de modificaciones de contrato tendientes a incorporar nuevas obras que permitan un adecuado término de las mismas, como así también un futuro óptimo. Una vez aprobadas estas modificaciones las obras retomarán su ritmo normal de avance de manera de entregarlos a uso de la comunidad asumiendo que estas modificaciones retrasará inevitablemente las obras, como lamentablemente ha sido el desarrollo de estas complejas restauraciones".
Desde la municipalidad porteña, la directora de Patrimonio, María José Larrondo, afirmó que "lamentablemente no somos contraparte técnica de estas obras, sólo prestamos apoyo y colaboración cada vez que se nos pide por la voluntad que tenemos como municipio que los ascensores funcionen, pero no tenemos ninguna ingerencia en la ejecución de las obras. Ha sido bastante complejo porque no sabemos todo los asociado al atraso de las obras".