A sus 93 años pintó más de 50 acuarelas de Van Gogh
Perder la visión del ojo izquierdo no fue impedimento para continuar con su amor por el arte. Sus obras estuvieron en el Castillo Wulff de Viña del Mar.
Constanza Galdames y Valentina Riff
Pedro Riquelme Sepúlveda es un ingeniero naval de 93 años, que pese a haber perdido la visión del ojo izquierdo, durante los últimos cuatro años se dedicó a pintar 60 acuarelas de Vincent Van Gogh: 54 de esas obras estuvieron expuestas en el Castillo Wulff de Viña.
Nacido en 1925 en Chiguayante, a los 9 años se fue a vivir a Santiago con su familia y luego entró a la Escuela Naval. Fue instructor en la Marina, realizó clases en la Universidad del Mar por más de 12 años, y fue el jefe de la planta de electricidad de Viña del Mar hasta 1982, pero si hay algo que lo ha acompañado toda su vida, es el amor por el arte.
Pedro habló de su historia con la pintura pese a no tener estudios formales en el área y de cómo llegó a concretar la exposición "Aproximación a las Acuarelas de Vicent Van Gogh".
¿Cuándo empezó a pintar?
"Toda la vida, desde pequeño dibujaba cualquier cosa de la naturaleza. Mi faceta artística empezó a los 8 o 9 años cuando hice una máquina de escribir en cartón con teclas y todo. Pero lo artístico parece que viene de familia, éramos cinco hermanos, uno era poeta; otra hermana que falleció estudió en el Palacio La Alhambra y pintaba óleo y otro hermano es seco para el dibujo y además pinta óleo".
Pedro enviudó hace 10 años y luego de tres años se casó en segundas nupcias con Normita, amiga de la familia y madrina de su hija menor. Ella llevaba cerca de dos años viuda y a los seis meses de matrimonio le dio una hemiplejia, un accidente vascular grave y quedó con un lado del cuerpo totalmente paralizado y además debe usar silla de ruedas. Él también tuvo un problema médico, un infarto en el ojo izquierdo que provocó que perdiera en un 85% de la visión. Fue ahí cuando tuvo que pensar en hacer algo en casa para no aburrirse.
¿Cómo llegó a pintar las obras de Van Gogh?
"Siempre pinté el mar, veleros, árboles, caminos y paisajes, me faltaba pintar personas y caras. Me metí a internet y pregunté '¿cómo se pinta personas? y salió '¿sabía usted que Van Gogh además de los óleos pintaba acuarelas?' Me fui a Van Gogh, apreté y me salió el catálogo de sus acuarelas, son más de 300 y más de 500 bosquejos. Decía que del croquis se pasa al bosquejo y del bosquejo a la acuarela".
Eso lo inspiró...
"Sí, saqué las copias en el Ipad y las comencé a dibujar. A Normita le mostraba el dibujo a lápiz, luego cuando hacía el grueso de la acuarela y me iba corrigiendo. Fue mi crítica, no podía firmar una obra hasta que ella me diera el visto bueno.
¿Cuánto se demoró en pintar las acuarelas?
"En cuatro años realicé 60. En pintar algunas me podía demorar uno, dos o tres días, eso trabajando dos horas diarias. Entre exámenes médicos de repente me decaía, pero nunca dejé de pintar más de un mes".
Lo que viene
¿Cree que con su trabajo puede inspirar?
"La idea no es mostrar mis acuarelas, colgarlas y punto, sino que es mostrarle a los chicos del colegio, que están dudando sobre su vocación, la vida de Vincent Van Gogh, un hombre con una vida muy azarosa. Mi idea es que lo conozcan, por eso también hay trozos de cartas de Vincent a su hermano Theo, fragmentos que estarán en grande para leerlos".
¿Qué hará con las acuarelas una vez que termine la muestra?
"Mi idea es que queden en la familia y en algunas instituciones a las que he pertenecido y que quiero mucho. Quiero dejar ese legado y que después ellos hagan lo que quieran".