La primera historieta porteña que llega hasta la Comic Con
"Altair y la luz del poder" es una novela gráfica producida por dos talentos locales que podrán presentarla en el encuentro de cómics y cultura geek más importante del mundo. Sus creadores nos cuentan de qué trata su obra.
"En un futuro lejano, la tierra se ha contaminado y la Antártica se ha convertido en el único lugar habitable. En este lugar, Altair y sus aliados, deben escapar de las garras del Orden Supremo y proteger la luz del poder, la llave para restaurar el balance de la naturaleza y recuperar el paraíso perdido de la humanidad".
Esa es la premisa de "Altair y la luz del poder", la novela gráfica porteña que será exhibida en la legendaria San Diego Comic Con, donde históricamente se han presentado los cómics de Marvel y DC, junto con los avances de las películas más taquilleras del año, y donde se espera la visita de decenas de miles de personas.
El cómic, orientado a público infantil, estará en uno de los stands del certamen realizado en Estados Unidos, como parte de una actividad organizada por Prochile con editores independientes chilenos, dentro de los cuales se escogió la obra creada por dos porteños.
"Es parte de una actividad que organizó Prochile, en la cual uno tenía que presentar un proyecto. Seis profesionales del ámbito tenían la opción de visitar la feria con entrada pagada y un stand de exhibición . Solamente podemos exhibir, no podemos vender por temas de impuestos, pero no hay ningún problema con eso, porque es una ventana tremenda, la más grande de su estilo", explica Luis Saavedra, ilustrador y creador de la novela gráfica.
Luis cuenta que en su carrera se concentró más en la animación con tintes educativos, así que esta es su primera incursión en el arte de los cómics y las historietas. El día de hoy tiene agendado el vuelo para llegar hasta San Diego y poder presentar su trabajo ante el público norteamericano.
"Altair" nació en diciembre de 2018, y con el tiempo se fueron retocando y corrigiendo algunos aspectos hasta perfeccionarse al punto que fue seleccionado para ir a San Diego.
"Postulamos hace como tres meses, había que presentar un proyecto, el potencial de la historia, la calidad, la cantidad de números, y ese tipo de cosas", cuenta el ilustrador de 44 años.
Fantasía y realidad
Sobre la propuesta, cuenta que desplegaron un amplio trabajo para potenciar el lanzamiento.
"Es una novela gráfica infantil de ciencia ficción. La terminamos en diciembre de 2018, pudimos exhibirla en la Feria del Libro de Guadalajara, y ahora la perfeccionamos, arreglamos ciertas cosas. Tenemos un juego para smartphone apoyando, y un sitio web", precisó.
El compendio de seis tomos cuenta la idea de Altair, un joven que tiene la clave para restituir la normalidad al mundo distópico en el que vive.
"Altair es un joven que vive en un mundo que está congelado, una tercera era glaciar, básicamente en la Antártica chilena, y vive en una sociedad que está dirigida por un estado totalitario donde todo es observado y controlado por este Orden Supremo. Él recibe de su abuelo una extraña luz, cuando se la entregan empieza a ser perseguido por el Orden Supremo", relata el creador.
La historia mezcla elementos de fantasía y de la historia nacional. Los Selk'nam por ejemplo, tienen activa presencia en el mundo retratado en la novela, pero reimaginados con metáforas y referencias cruzadas, que el público adulto entenderá con mayor facilidad que los niños. La Antártica, y ciudades como Valparaíso también son presentadas como parte de la trama. "Intentamos colocar ciertas cosas icónicas", explica Luis.
Desde el lado de la fantasía, también se toman varias decisiones para construir sicologías complejas de los personajes ficticios. Por ejemplo, las serpientes blancas son el resultado de experimentos genéticos de parte del Orden Supremo, y estas se rebelan contra su creador y el sistema que ordena a la sociedad del cómic. Son agentes del anarquismo.
Para grandes y chicos
La estructura de la historia constituye varias capas de lectura, a distintos niveles para el público infantil y adulto.
Christian Morales, guionista del cómic porteño, explica que decidieron dejar un relativo grado de dificultad en la lectura y su ritmo, para dar mayor dinamismo, que no sea una obra tan casual ni plana.
"Tiene su grado de dificultad porque entendemos que los niños de ahora no leen como los de antes. Eso va a implicar que los padres tienen que leerla también. Los cambios verbales, los cambios de voces, cuando habla el narrador, los personajes, y eso está hecho con cartuchos de colores. Hay que estar bien atento", aconseja el escritor del cerro Barón.
Cuenta que este no es su primer acercamiento a las viñetas y las onomatopeyas. Ya ha trabajado en varias historietas, y desde niño es un consumidor de éstas. "Yo aprendí a leer con los cómics de Spiderman", detalla.
Con ese bagaje en el "noveno arte", hace el esfuerzo por dar mayor cuerpo al guión. "Es súper contemporáneo, tiene hartas capas de lecturas para los cabros chicos, y para los adultos también", asegura.
Sus creadores reconocen las influencias de 1984, de George Orwell y otras animaciones como Robotech. El futurismo industrial y la distopía delatan la intertextualidad con otras obras. "Hay harta cosa distópica, es un libro político bien en el fondo. Uno no puede dejar de lado lo que uno opina de lo que está sucediendo. Tiene finales abiertos también, el hecho de que esté en la antártica, que sabemos que tiene una cantidad de recursos que se quieren explotar; el tema del viaje, el tema del Orden Supremo, está todo metido", manifiesta Christian.
La obra contempla un arco argumental completo con principio, desarrollo y final, pero sus creadores no descartan lanzar un spin off a futuro.