Belén Velásquez Neracher - La Estrella de Valparaíso
"podrían haber más víctimas", afirma Leo Contreras, abogado representante de las cuatro familias que ayer interpusieron una querella ante el Juzgado de Garantía de Valparaíso por el delito de abuso sexual agravado que -presuntamente- se cometió al interior del jardín infantil "Providencia" del cerro Merced.
Los hechos salieron a la luz la semana antepasada, cuando la madre de un niño de tres años y ocho meses denunció la situación. Con el pasar de los días, más casos de similares características fueron apareciendo. De ellos, según explicó Contreras, tres están formalmente presentados ante Fiscalía y la familia de un cuarto menor decidió llevar al niño -en primera instancia- al psicólogo.
La acción judicial presentada por Contreras apunta a un hombre en particular, quien es apoderado del recinto y que trabaja para la congregación religiosa Hermanas de la Providencia, entidad que se emplaza de forma aledaña al jardín y que cede las dependencias para que funcione el establecimiento educacional
Coinciden los relatos
La sindicación como presunto autor de las agresiones se funda en que los relatos de distintos niños coinciden en lo descrito -que se trataría de un juego- y en el reconocimiento del sujeto.
"Son niños de distintas salas y todos dicen lo mismo. Mi hijo cuenta textual lo que le hicieron, que con las dos manos lo empujaba para atrás y hay muchos niños relatando lo mismo. Él reconoce a una persona que todos los niños lo conocen y según ellos (el jardín) él no trabaja ahí, entonces están siendo negligentes porque siempre andaba por ahí. Hay apoderados que están concientes que él tenía libre acceso a los niños", dijo una mamá.
Una segunda apoderada señaló que a raíz de la primera denuncia, "llevé a mi hijo al hospital para descartar la situación y me di cuenta que era mucho más grave. Encontraron lesiones atribuibles a abuso. Estaba con las mismas actitudes del juego, en algunas ocasiones hasta se bajaba los pantalones para jugar", afirmó.
Ante esto, el abogado Contreras señaló que la querella también apunta a todos quienes resulten responsables del presunto delito, del cual no existe precisión de cuándo se habría estado cometiendo, aunque "hay apoderados que dicen que desde hace unos dos meses los niños presentaban sintomatología propia de abuso o de exposición a conductas de connotación sexual".
El juego
Agregó que "no estamos frente al relato de un solo niño, hay al menos cuatro niños que lo identifican como el agresor sexual. Dicen que los llevan a jardines, al segundo piso o a una bodega. Además el relato de muchos otros niños, que no tienen validez en cuanto al abuso sexual concreto, sí hablan de la presencia de este señor en el juego que señalan las mamás. Son empujones por detrás que para niños de esta edad tienen connotación de juego, pero si lo llevamos a la luz de lo que vivimos, tiene connotación sexual".
En ese sentido, Contreras especificó que a través de la querella "pedimos diligencias en el Servicio Médico Legal, que se levante información del relato de los niños, que el establecimiento informe sobre las funciones de esta persona y de quienes tenían bajo su responsabilidad a los niños. Los exámenes físicos ya se hicieron", dijo.
Además, Contreras indicó que en el jardín "existen cámaras, pero hay puntos ciegos y una persona que trabaja acá sabe cuáles son. Al estar instaladas dentro de un establecimiento educacional, sólo pueden ser solicitadas vía judicial".
"Son situaciones que muestran los niños que te destruyen el alma", concluyó una de las mamás afectadas.