Aclaran la importancia de la evacuación vertical
Ante un terremoto, expertos piden considerar una normativa que permita ponerse a salvo en altura.
Marcela Guajardo - La Estrella de Valparaíso
Los niños de la Escuela Santa Ana de Valparaíso van subiendo de a cinco en el simulador de terremotos de la Onemi que se instaló en la Iglesia de La Matriz. Se ríen nerviosos al comenzar el movimiento.
Cuando termina la simulación, algunos comentan que nunca habían sentido un sismo de esas características y que de solo pensar que ocurriera de verdad los inquietaba. El aparato simulaba algunos de los últimos terremotos registrados: 8,8° el 2010 en el BíoBío, 8,2° el 2014 en Iquique, 8,5° el 2015 en Coquimbo.
Pero el ocho de julio de 1730, un megaterremoto estimado entre 9,1° y 9,3° Richter azotó Valparaíso y Viña del Mar. El agua inundó El Almendral y llegó hasta la Iglesia La Matriz. En la Ciudad Jardín, subió por el Estero e inundó las pocas plantaciones y viviendas que había.
Un evento de tales características que provocó el cambio de las cartas de navegación del SHOA, ahora actualizadas en el peor escenario posible.
"La energía acumulada desde 1730 puede hacernos pensar que en cualquier momento podría ocurrir un terremoto mucho más intenso que los que hemos vivido hasta ahora, por eso hay que prepararse", asegura Rodrigo Cienfuegos, director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, que en conjunto con otros organismos conmemoraron los 286 años desde este megaterremoto en Valparaíso a través de charlas a mil estudiantes y el uso del simulador para los estudiantes de la Escuela Santa Ana, muchos de los cuales nunca han experimentado un terremoto.
Las zonas más cercanas a la costa y con alta densidad de población, no tendrían ninguna posibilidad de evacuar a la cota 30 en un escenario como éste. "La avenida Perú es una zona peligrosa, ahí se deberían ver alternativas para evacuar verticalmente, ya sea en edificios existentes o nuevas construcciones que podrían salvar vidas", explica Cienfuegos.
Ante esta situación, la recomendación de los expertos es que se comience a trabajar en una normativa para hacer de las evacuaciones verticales ley.
Convenio
Aquellos que están en altura también podrían correr peligro ante un megaterremoto. Un convenio entre el Minvu y la Onemi llamado "Plan Familia Preparada", permitirá que los beneficiarios de los subsidios de construcción y mejoramiento de viviendas sean capacitados en casos de emergencia.
Es el caso de Olga Castillo, presidenta del Comité Buenos Aires y quien confiesa que para el terremoto del 2010 salió arrancando de su departamento, ubicado en un cuarto piso.
"Esto sirve para que uno se controle y se organice en temas familiares y de vecinos. Aprendí a tener mi linterna en el velador, agua juntada, todas esas cosas, porque uno antes no lo hacía", cuenta.
Determinar las zonas seguras en el hogar, hacer una lista de los integrantes de la familia y sus condiciones médicas, mantener una mochila de emergencia y definir los roles de cada uno ante un evento, son algunos de los ocho pasos que se deberían seguir, según la Onemi.