La temperatura es de 5 grados centígrados a la intemperie y también dentro de la sala de espera del CesfamReina Isabel II. Son las 06.15 hs. de un lunes de mediados de junio.
Un grupo de unas 20 personas, la mayoría adultos mayores, esperan para que a las 8 se les entregue un número que les permitirá ser anotados a fin de acceder a la consulta médica de control, de urgencia, odontológica o toma de muestras para exámenes de laboratorio. Estos procedimientos se cumplirán en la mañana o en la tarde de ese día, lo que dependerá de la suerte que tenga porque según aclaran de muy mala gana y con mucha prepotencia los funcionarios, nunca se sabe cuántas personas se podrán atender (¿?).
Esta es una situación que diariamente se ve en este servicio dependienlte de Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval) y que integra la Red de Atención Primaria de Salud, que también incluyen a los hospitales y otros niveles de medicina.
Ante esta situación inhumana, uno se pregunta ¿por qué, si existen sistemas de entrega de turnos en forma telefónica, que está probado que funcionan, no se utilizan? ¿será porque no se paga la consulta? ¿tal vez la gente pobre no merece ser bien atendida?
Es muy llamativo e indignante que a la vez que se promueven enfermedades con este sistema de "no atención", cuando a la vez se obliga a personas mayores enfermas a salir de sus camas a las 5 de la mañana para mendigar atención médica; se anuncia en enormes afiches que "Chile le gana al invierno reconociendo síntomas de enfermedades respiratorias graves" y se ensalza la atención especialmente a mayores de 65 años.
Mientras tanto, dos enormes perros negros siguen ladrando a quienes osan entrar a "su" sala de espera.
Surrealista, bizarro… ¡patético!
José Campot