Cinthia Matus O.

Los vecinos de Limonares, en Viña del Mar, temen que el acueducto Las Vegas, que regula el sistema de distribución de agua potable en todo el Gran Valparaíso, esté siendo intervenido por terceros.

¿La razón? En lo que va del año, dicen que han registrado dos roturas y que la empresa Esval, encargada del acueducto, les ha dado cuatro explicaciones diferentes. Así lo reitera Cecilia Rodríguez, dirigenta del sector, quien asegura que fueron en persona a verificar los hechos. "El viernes fuimos a Esval para preguntar cuál fue el motivo de la rotura en sector de tomas en lo alto de Limonares y Miraflores. Se nos dijo que la reparación de la rotura procedía de una matriz secundaria, de un ramal que cruza el cerro Limonares, pero in situ comprobamos que no es tal, si no que es el propio acueducto Las Vegas", enfatizó.

Rodríguez agregó que cuando se produjo la rotura del 4 de junio, subieron al cerro, muy cerca de la toma Naciones Unidas, para ver qué pasaba en el sector. "Como a las 23.45 horas, a nosotros se nos cortó el agua (...) Fuimos a ver la problemática y ahí se nos dijo que no era el acueducto, sino que solamente una filtración de un arranque que alimenta hacia Limonares. Después nos dimos cuenta que no, que era el acueducto", insistió la dirigenta.

La viñamarina comentó que por estos reclamos que realizan a la empresa, se les ha visto "como xenófobos o racistas", pero que simplemente están velando por la salud de todos los vecinos. "Ellos (residentes de la toma) no tienen red de agua potable, pero están sacando agua de alguna forma. Una vez los sorprendimos con intenciones de intervenir abajo y venían con palas y chuzos para hacer los trabajos. Tampoco vamos a decir algo que no sabemos, pero nos preocupa que estén afectando el conducto y Esval nos ha dado muchas versiones", afirmó.

Acueducto protegido

Para probar lo que dicen, los vecinos han grabado distintos videos de la noche del 4 de junio, como también de las tomas, en donde han visto a personas botando agua sucia por las quebradas. "Ellos (Esval) dicen lo que quieran, pero las pruebas las tenemos nosotros con fecha, horario y audios (...) La última vez se demoraron 6 meses en reparar la rotura y fue porque denunciamos a la Superintendencia", subrayó.

Alejandro Salas, subgerente zonal de Esval, dijo que el servicio en los sectores de Miraflores y Limonares opera con total normalidad. "El pasado miércoles nuestros equipos detectaron una filtración puntual en una matriz ubicada en calle El Maitén, la cual reparamos en el transcurso de la misma jornada sin generar ningún tipo de afectación a los vecinos", explicó.

Respecto del reclamo de la comunidad, aclaró: "No hubo intervención de terceros en este hecho y podemos garantizar a la comunidad que nuestra infraestructura está resguardada. Entendemos la preocupación de los vecinos por la situación de los terrenos aledaños, pero en lo que respecta a nuestras instalaciones, hemos adoptado las medidas necesarias para permitir la normal operación del servicio a nuestros clientes". La empresa también explicó que el acueducto es de1.200 milímetros de diámetro de acero, por lo que resultaría "imposible" intervenirlo.