Cinthia Matus O.

Milagros, favores, sanidades, accidentes y hasta muertes. De todo le han atribuido a la gruta de la Virgen Stella Maris, más conocida como la "Virgen Negra" de Viña del Mar.

Ubicada en una de las curvas más pronunciadas de la avenida Borgoño, esta estatua de bronce recibe la devoción de variados visitantes que se arriesgan con tan sólo acercarse a ella. A toda hora, los autos que van hacia Reñaca, pasan a exceso de velocidad.

De su origen y significado hay varias versiones. Mientras algunos afirman que es la patrona de los marinos (porque su nombre significa "estrella de mar"), otros aseguran que es la protectora de los automovilistas. Sin embargo, la historia más mística y comentada entre los viñamarinos antiguos, es la que tiene relación con Eugenio de La Fuente Morel, un hombre que a fines de los '40, edificó la casona que está casi al frente de la virgen.

Según cuenta la leyenda, una gitana le dijo que se iba a morir cuando terminara de construirla, por lo que cada día se esforzaba en seguir agrandándola hasta que la transformó en un castillo. No obstante, dicen que se abrumó tanto con la predicción, que se suicidó.

En una reseña histórica publicada por la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca (Codar), se asegura que Eugenio de La Fuente fue quien erigió la Virgen Negra, con el fin de escapar de la mencionada maldición. Más tarde, en 1968, Codar destaca que la propiedad fue vendida a Rafael Gamogliano, quien la trasformó en uno de los restaurantes más emblemáticos del sector.

Favores inmobiliarios

Posteriormente, la famosa casona funcionó como el centro de eventos "Cura Nurin" y una discoteque, en la que registraron otros hechos catastróficos. Por esto, no son pocos los que afirman que quien emprende en el sector, quiebra por la maldición de la gitana y la Virgen Negra.

Uno de los que aparentemente no está de acuerdo con estas historias, es M.D.B.V., un hombre que desde 2011 le ha agradecido a la estatua por haberle ayudado en la venta de varios edificios. "Gracias virgencita Stella Maris por venta edificio Miramar", "Gracias virgencita Stella Maris por venta Ecuador", "Gracias virgencita Stella Maris por venta Curauma", "Gracias virgencita Stella Maris por venta Álvarez", "Gracias virgencita Stella Maris por venta edificio Plaza Viña IV", dicen algunas de las placas que el corredor de propiedades ha ido a dejar.

Carlos Nieny, gerente general de la empresa familiar "Nieny Asesoría y Gestión Inmobiliaria", explica que el comportamiento del rubro inmobiliario "es siempre incierto y cíclico" y que se mueve "muy de la mano de las expectativas de los clientes respecto de cómo ven la economía país para los próximos meses". Sin embargo, en el caso de la V Región, Nieny asegura que por lo general es estacional.

"El movimiento es mayor en los meses en que los clientes buscan segunda morada o propiedad para vacaciones, normalmente después de Fiestas Patrias. Luego, en marzo, se incrementa mucho el movimiento, pues en esa fecha se producen los cambios y traslados de trabajos y se comienza a buscar casa de manera adelantada", detalla.

Carlos Nieny destaca que en Viña del Mar tienen la ventaja de tener "propiedades de residencia permanente y propiedades de simple morada", lo que duplica las alternativas de negocio. Además, que el rubro inmobiliario "siempre ha sido una alternativa estable de inversión en tiempos de economías inciertas".

De cábalas y rumores

En cuanto a los supuestos favores de la virgen y las cábalas que existen en el rubro, Carlos Nieny comenta que siempre han habido rumores. "Los más antiguos pueden hacer un manual en la materia, pero siempre tratamos de que nuestros clientes y vendedores tengan la real intención de vender la propiedad, de lo contrario, de alguna manera 'no la sueltan' y eso traba la venta", manifiesta. De hecho, en Youtube hay personas que enseñan a hacer rituales para "atraer" al comprador.

El gerente general no desconoce esta realidad, pero enfatiza que junto a su equipo se abocan a lo concreto, es decir, que las propiedades se vean luminosas al momento de mostrarlas, para que los clientes se proyecten.