Marcelo Macellari C.

"Abrazo de hermanos", el título del primer disco en conjunto entre Pedro Aznar y Manuel García, tiene para ellos varios significados: la amistad y la afinidad musical entre dos cantautores, una mirada común sobre la música de Latinoamérica, y también remite a la necesidad de hermandad de los pueblos, en un momento en que la contingencia política en la región y el mundo tiende más a separar que a unir. "Abrazo de hermanos" es también el nombre de la gira que trae al músico trasandino y a su par chileno a Valparaíso mañana (Teatro Municipal, 20.30 horas) y el domingo 9 de junio (Aula Magna Universidad Santa María).

El álbum contiene ocho temas originales compuestos especialmente por ambos, más cuatro nuevas versiones para canciones de Violeta Parra ("Maldigo del alto cielo"), Los Búnkers ("Canción para mañana"), Gustavo Cerati ("Cactus") y León Gieco ("Cinco siglos igual"). Y sobre la estructura del show que presentan, Aznar adelanta: "Estamos haciendo una expansión del disco. Están los 12 temas incluidos en esta placa, más otros clásicos de autores chilenos y argentinos. Digo clásicos en el sentido amplio, porque hay una gama de autoría que abarca varias décadas. Haremos además canciones de Charly García, Los Tres y Víctor Jara, entre otros. Y también tocaremos temas del uno y del otro, con versiones muy particulares. Creemos que el concierto los va a asombrar y emocionar mucho".

-¿Qué opinaba el uno del otro antes de ser amigos y socios musicales?

-Pedro Aznar: el trabajo de Manuel lo conozco desde Mecánica Popular, y después tuvimos la feliz coincidencia de estar juntos en la gira donde yo presenté el disco "Quebrado" y él estaba presentando "Pánico". Ahí nos hicimos grandes amigos y tuvimos buenas conversaciones,lo cual fue la base de esta amistad que se consolida ahora musicalmente. Admiro su talento y sensibilidad.

-Manuel García: Pedro era para mí un referente desde siempre. Conocía su trabajo desde el tiempo de Serú Girán, su musicalización de películas como "Hombre mirando al sudeste", y ya viéndolo tocar lo admiré mucho más. Al ver lo que ofrecía en el escenario me pareció alguien del cual podía aprender mucho, y espero haber podido poner eso en práctica en el disco.

-¿En qué momento decidieron que de tener una amistad y afinidades musicales pasarían a hacer un disco juntos?

-M.G.: En una conversación después de un concierto al que Pedro me invitó a que cantáramos un tema de Violeta Parra. Ya acercando un poco los mundos y encontrándonos después de algunos años, aparecieron los sueños y la magia, y la posibilidad de plantearnos un proyecto que fue creciendo cada vez más en torno a la composición, y las compilaciones de materiales argentinos y chilenos.

-Hay desde el título del disco un mensaje de hermandad más allá de lo musical.

-M.G.: Sí, un abrazo a lo que hoy vivimos en torno a lo que significa la comunicación humana. No hay nada más lindo que darse un abrazo, y encontrarse de manera profunda en un mundo que hoy se desencuentra tan a menudo en distintas temáticas, no solo en las tensiones que tienen que ver con las migraciones forzadas, sino también en esta era de la comunicación digital, que sabemos que no siempre comunica.

-Hicieron coincidir en abril el lanzamiento del single "La Reja" con la visita de Bolsonaro a Chile y en un momento álgido de la crisis en Venezuela.

-P.A.: Nuestra intención fue echar luz sobre un problema candente, de actualidad mundial, no solo de nuestra región. Hay millones de personas que se están desplazando contra su voluntad, por necesidad de preservar sus vidas y las de su familia. Y esa es una deuda que tenemos con nosotros mismos, a nivel de humanidad. Y la canción "La Reja" nació de esa necesidad.

La Estrella de Valparaíso