"Nunca en mi carrera había vivido una experiencia así"
Gloria Münchmeyer llega mañana al Enjoy de Viña con "Viejas de mierda", el suceso teatral del año, donde comparte cartel con Gaby Hernández y Gloria Benavides.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
Ni las 40 teleseries y casi igual número de obras teatrales que tiene en el cuerpo o la Copa Volpi a la mejor actriz en el Festival de Venecia por "La luna en el espejo" (1990), hacen que Gloria Münchmeyer se sienta segura ante cada proyecto que emprende. Y eso le pasó cuando la invitaron a participar en la obra "Vieja de mierda", versión femenina del taquillazo a cargo de Jaime Vadell, Tomás Vidiella y Coco Legrand.
"Nunca soy muy optimista frente a la cosas que hago, siempre pienso que hay un riesgo muy grande de que les vaya mal, porque uno no es monedita de oro. También pensé que íbamos a quedar como oportunistas, por repetir algo que había tenido éxito y empezarían las comparaciones odiosas. Pero al leer el libreto me entusiasmé, porque era muy bueno. Además, trabajar con Gaby Hernández y Gloria Benavides era carta segura. Y esto no es un éxito, es un exitazo. Nunca había vivido en mi carrera una experiencia como ésta", comenta la actriz sobre el suceso teatral del año, que llega mañana por primera vez a Viña del Mar, con una función única a las 20 horas en el Enjoy.
Desde su estreno en febrero pasado, la obra escrita por Rodrigo Bastidas y Magdalena Max-Neef ha sido vista por más de 20 mil espectadores. La pieza no es una réplica del éxito anterior, sino un espectáculo distinto, amoldado en parte a las personalidades de sus protagonistas. Hernández (Luzma) es la liberal, Benavides (Charito) la conservadora y Yoya, el rol de Münchmeyer, se ubica en el medio de las dos, con su carácter irónico y medio intelectual. El sexo, los hombres y las cuentas pendientes son algunos de los temas que comparten estas excompañeras de colegio que ya bordean los 80. "Somos muy distintas y ahí se produce la dinámica, con los recuerdos, las risas, los dolores. Eso provoca la identificación con el público", explica la actriz viñamarina.
-¿A qué atribuye el éxito que ha tenido la obra?
-A que somos muy malas actrices y muy antipáticas las tres. Hablando en serio, que se conjugan muchas cosas. Es un espectáculo bonito de ver y las tres somos muy reconocidas. Y hay una necesidad, sobre todo de las mujeres, de buscar respuestas y verse reflejadas. Pero aquí no hay un análisis de la mujer en la tercera, cuarta o quinta edad, son simplemente tres mujeres. No hay hincapié en los años que tienen, sino en sus vidas.
-¿Cuáles diría que son las similitudes y las diferencias entre "Viejas de mierda" y su versión masculina?
-La gran diferencia es que ellos son hombres y nosotros mujeres y ahí parte todo. Y se parecen en que son tres personajes arriba del escenario, compartiendo un trayecto donde van descubriendo cosas que no sabían y que termina con un triunfo personal para las tres.
-¿Tras este suceso teatral no ha tenido ofertas para volver a la TV?
-No y tampoco puedo por ahora. Hacer una teleserie y la obra, con lo que significa trasladarse desde el set de televisión al teatro, sería algo terrible, estaría muerta a la semana. Y hace tanto tiempo que no me llaman que no creo que tengan interés.
-En una entrevista Carolina Arregui dijo que no entendía como un portento de la actuación como usted no estaba en teleseries.
-Qué amorosa la Carolina, pero cuando ella tenga mi edad se va dar cuenta por qué no estoy. No hay papeles para personas de mi edad, porque los productores piensan que el público que ve teleseries son solo jóvenes.
-¿Ve teleseries?
-No, veo "Pacto de sangre", que más bien parece una serie. Si se da la posibilidad de hacer algo así, sería fantástico, pero es una excepción a la regla.