Familias llegaron en patota a ver los desfiles de Valpo y Viña
La conmemoración del Día de las Glorias Navales recordó a los Héroes de Iquique y sirvió como excusa para que algunos santiaguinos se quedaran más horas en la región.
Belén Velásquez y - Cinthia Matus.
Desde los tradicionales marineritos de todas las edades hasta el propio Darth Vader se hicieron presentes en el desfile del 21 de mayo que ayer recorrió las calles del puerto desde la plaza Sotomayor hasta el pasaje 12 de febrero.
Por segundo año consecutivo, las familias porteñas bajaron de los cerros para apreciar a los casi dos mil uniformados que repletaron las angostas calles del plan cerca de las 13.00 horas.
Sin embargo, la fiesta de la gente comenzó antes, pues a los pies del emblemático Reloj Turri, los clubes de cueca comenzaron a encender el ambiente desde las 11.30 horas.
Antonia fue una de las protagonistas. Con tan solo ocho años dio el puntapié inicial a uno de los primeros pies de cueca de la jornada. Su madre, Verónica, cuenta que la pequeña quiere llegar a ser profesional del baile nacional, el cual practica desde los tres años en un grupo folclórico de Laguna Verde.
Lado b de los marinos
A pocas cuadras de allí, niños de edades similares a la de Antonia, disfrutaban sacándose fotos con un grupo de marineros que llegó al lugar con un marco conmemorativo de la gesta de Prat y el hashtag #YoVivoEl21. Fueron furor entre los asistentes.
El cabo 2° Eduardo Román contó que "ha sido muy lindo el recibimiento de la gente, poder compartir es valioso para nosotros y que nos apoyen tanto en nuestro día es muy lindo. Los niños entienden que cumplimos una función para con nuestro país y son los que más se nos acercan".
Boris Carvajal, en tanto, también funcionario naval, no desfiló, pero de igual forma quiso vestir su uniforme y concurrir orgulloso junto a su señora e hijos a disfrutar del ambiente fesivo. "Es un orgullo para mí traer a mis hijos porque este es un día muy importante para la familia naval y me gusta ver a toda la gente feliz en esta fecha y como buen marino, quise venir igual con uniforme", confesó. mar.
Entre las unidades que desfilaron este año, destacó el Piquete Histórico del batallón de Infantería "Granaderos de Chile", que rememora al creado por la Primera Junta Nacional de Gobierno el 2 de diciembre de 1810.
Traspasó fronteras
Pero no sólo los porteños disfrutaron del paso de las tropas; desde Viña del Mar el matrimonio de Berta Ulloa y Ernesto Vega llegaron a Valparaíso ya que "como no está la cuenta pública, podemos venir felices y en familia. Traemos a las chiquillas para que vitrineen (ríe). Hacen bien estas fiestas en Valparaíso", contó Berta.
Por su parte, Ernesto, confidenció que "me puse a transmitirle por WhatsApp a mi hermano que está en Brasil y cómo le corrían las lágrimas... esto es recordar la juventud. Se ve que la gente está feliz". A pocos metros de aquellos viñamarinos, se encontraba otra familia, pero colombiana. Los primos Gustavo Reina y Andrés Rivadeneira llevan 10 y 8 años viviendo en Chile y este 21 de mayo coincidió con las vacaciones de l padre de este último: Gerardo.
"Es algo muy hermoso, y si no estoy trabajando, vengo. He visto al Presidente y muchas cosas, es bonito que conserven la tradición y que hoy se pueda apreciar este ambiente familiar, pues una vez tuve que arrancar corriendo de Aníbal Pinto debido a las manifestaciones", contó Gustavo.
Andrés agregó que "coincidió que hoy pude venir junto a mi padre; que bueno que no se pierdan las tradiciones, he visto muchos pequeños bailando cueca y nos impregnamos de nuevas culturas".
Santiaguinos alegres
En Viña del Mar, la mayoría se enteró el mismo día de que había un desfile en la avenida Perú. Por eso, el espacio era mayor para contemplar el paso de los uniformados.
Beatriz Vargas, de Reñaca, incluso se dio el gusto de sentarse en una de las veredas del sector, para tomarse tranquilamente un helado York junto a su familia. "El año pasado fue la primera vez que se hizo y éste quisimos venir de nuevo porque la pasamos bien y podemos ver el desfile con más calma. En Valparaíso va mucha gente y no hay espacio. Ahora vine con mi esposo, mis dos hijos y una amiga de ellos, es un panorama familiar", expresó.
Sin embargo, los más contentos con la actividad, fueron los santiaguinos que decidieron quedarse un rato más después de almuerzo. "No teníamos idea que acá en Viña se hacía un desfile, así que apenas nos enteramos vinimos con los niños a mirar. Teníamos planeado irnos después de almuerzo, pero nos quedamos un ratito más... ya mañana (hoy) nos toca volver a la realidad de la capital", dijo Claudia Chauqueo junto a su madre Elena Cornejo.
Al frente, Juan Pablo Huidobro junto a su esposa Carolina Machuca y sus tres hijos, también aprovechaban sus últimos momentos en la Ciudad Jardín. "Estábamos almorzando en La Gatita cuando vimos por las redes sociales que iban a hacer este desfile. Nos quisimos quedar porque nos gusta y para que los niños aprendan algo de cultura cívica. Igual, como sugerencia, la alcaldesa debería ser más activa en Twitter, porque nosotros somos de Las Condes y Joaquín Lavín nos cuenta todo lo que hace", dijeron riendo.
El desfile duró exactamente 15 minutos y los viñamarinos aplaudieron: "Corto y preciso".