Fiscalía y Conferencia Episcopal
Estimada directora:
¿No será como mucho, el que nuestro Fiscal Nacional Jorge Abbott tenga que firmar un acuerdo con el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, el obispo Fernando Ramos, para que todas las diócesis del país estén obligadas a denunciar los delitos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica en contra de menores, adolescentes y personas adultas vulnerables e incluso hasta hoy existen varias congregaciones, entre ellas los jesuitas, que no lo han ratificado porque necesitan estudiarlo, analizarlo, y todo lo terminado con "arlo"?
¿No será como mucho?
Lo concreto es que todo miembro de la Iglesia Católica que está al tanto de la ocurrencia de un delito de abuso sexual cometido por un par suyo, está obligado a denunciarlo a nuestra justicia "ipso facto", de lo contrario puede ser acusado de encubridor, promotor y/o coautor, dependiendo de lo que finalmente arroje la investigación. No hay nada que acordar, si firmó o no firmó, que faltó o sobró tal consideración. Bien vale recordar que son las mismas leyes que cualquier chileno que no viste de sotana debe obligadamente cumplir y sin ninguna defensa corporativa que lo pueda amparar...
¿No será como mucho, que después de toda el agua (graves y sórdidos delitos sexuales) que han pasado literalmente por debajo de los propios ojos de la "curia nacional", se coloquen hoy condiciones para denunciar a verdaderos depredadores sexuales, que vestidos de ovejas solidarias y caritativas, terminen haciendo lo que quieran y que además sea necesario un acuerdo previo para hacerlo, como es el caso de los jesuitas que cuentan, entre otros, con Renato Poblete como su cura símbolo?
¿No será como mucho?
Luis Enrique Soler Milla