Opiniones divididas por proyecto de ley que elimina secreto de confesión
La moción aprobada por la Cámara de Diputados obliga a sacerdotes, profesionales y otros a denunciar los abusos sexuales y otros delitos contra menores.
El fin de semana el administrador apostólico de Santiago, obispo Celestino Aós, aseguró que sería "el peor de los abusos" que se apruebe el proyecto de ley que obligue a los sacerdotes a denunciar los casos de abusos sexuales a menores, incluyendo los testimonios bajo secreto de confesión.
"Cuando un poder quiere vulnerar la conciencia de una persona estamos ante el peor de los abusos que pueda cometerse", afirmó el obispo Aós, quien concluyó que "nadie puede obligar a un sacerdote a quebrantar el secreto de confesión".
Sigilo sacramental
En ese contexto, La Estrella conversó con dos sacerdotes locales para conocer sus respectivas opiniones respecto.
Por su parte, el padre Pedro Nahuelcura, párroco de la iglesia Corazón de María de Valparaíso, explicó que el secreto de confesión es parte de un sacramento.
"No es de institución humana, sino que fue instruido por nuestro Señor Jesucristo y el valor del sacramento está precisamente en ese sigilo y confianza que hay entre el que se arrepiente y se confiesa, con quien lo confiesa".
Sin embargo, el padre Nahuelcura enfatizó que dentro de la misma confesión, el sacerdote guía a la persona para que enmiende esa culpabilidad. "Uno tiene que tratar de guiar al que se confiesa hacia el proceso de asumir la responsabilidad social que tiene", dijo.
A la vez, el sacerdote comparte los dichos del obispo Aós, y añade: "No se nos puede imponer -a través de una ley- denunciar ese sigilo sacramental, sean los casos que sean".
Organismos de justicia
En ese sentido, la postura de los sacerdotes es que hay organismos de justicia que son los encargados de denunciar e investigar delitos.
El padre Marcelo Catril, sacerdote de la Parroquia Asunción de María de Achupallas en Viña del Mar, aclaró que "por la libertad religiosa que existe en nuestro país, y la libertad de consciencia de cada persona, el sacerdote no puede -en ningún caso- revelar el secreto sacramental".
Catril agregó que si existiera algún tipo de delito, como el abuso sexual a menores, el sacerdote debiera promover y mover a la persona a remediar sus delitos.
Además, el padre subrayó que en cada Diócesis la iglesia tiene una oficina donde se pueden hacer denuncias de abusos.
Excomulgación
Por otro lado, Catril hizo hincapié en que el panorama podría cambiar si una persona se acerca a un sacerdote fuera del secreto sacramental para pedir ayuda y tomar otras medidas.
"Por ejemplo, una persona que fue abusada tiene la opción del secreto de confesión, pero también nosotros podemos ayudarle y recurrir a las instancias necesarias".
Agregó que "pero en lo que se refiere estrictamente al sacramento, nosotros no podemos decir nada. Es más, nosotros tenemos una norma canónica que si uno revela algo de alguien, podemos ser excomulgados. Es decir, se queda fuera de la iglesia", concluyó.
"iglesia asustada"
Una opinión totalmente opuesta a la de los sacerdotes tiene el exseminarista y denunciante de la Diócesis de Valparaíso, Mauricio Pulgar, denunciante por abuso del obispo emérito de Valparaíso Gonzalo Duarte, apuntó que "el problema es que la iglesia Católica no entiende que lo que se le está pidiendo no es que las personas no puedan tener un secreto de confesión de lo que la iglesia considera un pecado, como una infidelidad o haber cometido un acto impuro. Sino que se le está diciendo que hoy día muchos sacerdotes cometen abuso sexual, cometen manipulación de conciencia, cometen tortura, y se van a confesar con otro sacerdote".
Añadió que "entonces, el quedarse en silencio sabiendo que un sacerdote está abusando de menores y no hacer algo al respecto, es algo mucho más atroz que incluso cometer un abuso sexual, porque la persona sabe que hay más víctimas".
El exseminarista sentenció que: "Obviamente la iglesia Católica está asustada porque en otros países, como Australia y algunos estados de Estados Unidos, esto ya se hizo. Donde si un sacerdote sabía -por medio de la confesión o dentro de la estructura del secreto y del sigilo- que otro sacerdote cometía abuso sexual, pasa a ser un encubridor".