"Ingresos devengados", el término de la discordia en Viña
Contralor general de la República salió ayer a explicar el procedimiento que se utilizó para calcular el déficit del municipio.
El domingo se vivió un nuevo capítulo en la "teleserie" que tiene enfrentados a los concejales de Viña del Mar, a la Contraloría General de la República y al municipio de la Ciudad Jardín.
El domingo, un reportaje de La Tercera indicaba que hoy se aplican distintas formas de analizar la contabilidad de los municipios, implicando que el gigantesco déficit detectado por el ente contralor en Viña no sería tal... lo que dejó a la administración que dirige Virginia Reginato en una posición más relajada.
En febrero, un infrome de la Contraloría arrojó que el municipio de Viña del Mar registraba un déficit de 17 mil 580 millones de pesos; sin embargo, según la fórmula dada a conocer por La Tercera, esta cifra podría quedar reducida a un poco más de 2 mil millones con solo una operación matemática.
¿Por qué? Por los famosos "ingresos devengados", y el "saldo inicial de caja", que no habrían sido considerados en el informe realizado, abultando el déficit en miles de millones de pesos.
Explicación de la cifra
Fue el propio contralor general de la República, Jorge Bermúdez, quien ayer por la tarde salió a explicar el polémico caso de Viña del Mar por el que se ha pedido incluso la destitución de la autoridad máxima de la entidad fiscalizadora.
"El saldo inicial de caja, corresponde a los recursos que pasan de un año a otro en un determinado servicio público, en este caso en una municipalidad. Ese saldo inicial de caja para poder ser utilizado necesita una cuestión fundamental que es que sea de libre disposición para poder aplicarlo al presupuesto. En el caso de Viña, ¿por qué no se consideró el saldo inicial de caja? Porque esa plata estaba destinada por parte del Ministerio de Cultura a terminar de una vez por todas, con las reparaciones del teatro municipal y del Palacio Vergara. Por lo tanto, esa plata no era de libre disponibilidad y por eso el auditor, correctamente, no lo consideró como saldo inicial de caja", explicó.
Respecto de los famosos "ingresos devengados", el fiscalizador argumentó que "aquí el criterio que utilizó el auditor fue un criterio podríamos decir conservador. ¿En qué sentido? Históricamente, y por esos mismos conceptos, en que el municipio consideraba que iba a recibir 8 mil millones y fracción, en realidad lo que recibía históricamente eran 500 millones; por lo tanto, obviamente si históricamente usted ha recibido 500 millones, ¿por qué de un año a otro va a pegarse un salto de 7.500 millones o más para considerar que iba a hacer un ingreso? Ese fue el factor".
Bermúdez también se refirió a los cuestionamientos de la UDI y a quienes piden su renuncia tras el escándalo: "¿Por qué voy a renunciar? ¿No ve que estamos haciendo el trabajo?", dijo.
"excelente noticia"
Andrés Silva, abogado que representa a los concejales de Viña del Mar en la presentación por notable abandono de deberes contra Virginia Reginato ante el Tribunal Electoral Regional (TER), señaló que, de validarse la fórmula que plantó el reportaje de La Tercera y que le resulta cómoda para el municipio, sería una "excelente noticia para los malos alcaldes".
"Si se validan los ingresos devengados, sería una muy buena noticia para los malos alcaldes y una mala noticia para las ciudades, porque bajo esa fórmula Valparaíso llegó a endeudarse en más de 100 mil millones de pesos de dineros que nunca ingresaron", sostuvo.
El abogado estima que las declaraciones efectuadas ayer por la alcaldesa Reginato en el sentido de decir que "la justicia tarda, pero llega", fueron un tanto apresuradas y que "tienen que ver con la desesperación que debe existir y lo lógico es que ella se concentre en contestar cada uno de los cargos que nosotros formulamos en el requerimiento por notable abandono de deberes".
Andrés Silva recordó que el propio municipio reconoció un millonario déficit. "Recordemos que al 31 de diciembre de 2017 habían deuda por 17 mil 500 millones de pesos y nosotros recurrimos en esa oportunidad a la Contraloría porque nos llamaba la atención que a pesar de ese nivel de deuda, en la contabilidad municipal aparecían 173 millones, pero de superávit, entonces lo que hizo la Contraloría fue constatar una serie de maniobras que la propia alcaldesa reconoció en su oportunidad que se utilizaban para bajar esa deuda artificialmente y por tanto me huele mucho a operación política", indicó el abogado.